A partir de ahí surge la tradición de dar regalos a los niños de esta histórica fecha. Si bien muchos niños esperan que literalmente pasen por su casas los Magos del Oriente, son los padres, tíos, abuelos o padrinos quienes hacen el esfuerzo económico para poder cumplir con el pedido de los más pequeños.
Ahora bien, si estos Magos estudiosos de la astronomía fuesen paraguayos y nos dieran la oportunidad de pedir como habitantes del suelo guaraní, sin duda, los pedidos llegarán en grandes cantidades, desde los reclamos más sencillos hasta los casos más complicados. Esto debido a la inmensa cantidad de necesidades que tenemos en el país y que el Gobierno ya se ve incapacitado para poder cumplir con los reclamos ciudadanos.
Evidentemente, el Estado se ve sobrepasado ante las necesidades de la ciudadanía, pero lastimosamente no quiere admitir que ya no les alcanzan los recursos y se afanan en decir que todo está bien, que pronto se va a solucionar, que la ciudadanía es muy pesimista y que solo vemos lo negativo.
Es estos días de calor intenso hay dos necesidades básicas que la población reclama: Agua y energía eléctrica. Lastimosamente, ni siquiera estos dos aspectos esenciales el Estado logra cumplir. A diario se escuchan reclamos que barrios enteros están sin provisión de agua o que la energía eléctrica se ha cortado en horario de más calor en el día.
Si los magos fuesen paraguayos, creo que la ciudadanía también podría pedirles un transporte público más digno. Si bien las empresas de transporte también culpan al Gobierno del precario servicio, por los atrasos en los pagos del subsidio, se aprecia que un sector de los transportistas trata de mantener en condiciones sus unidades y de prestar un servicio medianamente aceptable.
Cuando del servicio de salud se trata, allí sí que surgen innumerables reclamos. Los hospitales literalmente están sobrepasados y la distribución de medicamentos resulta insuficiente o se mal administra, pero es muy probable que si uno va a buscar un medicamento para un tratamiento específico, que no haya en stock y que únicamente se consigue en farmacias privadas.
Si los Reyes Magos fuesen paraguayos podríamos también pedir una urgente ayuda para mejorar la educación de los niños y adolescentes. El nivel de formación de los niños en las escuelas públicas adolece de muchas falencias, pese a que el estado destina una buena parte del presupuesto para el Ministerio de Educación.
En el aspecto económico podríamos pedirle a los Reyes Magos que ayude a controlar la cotización del dólar, que por cierto arrancó un aumento. Otro aspecto preocupante es el precio de los productos de la canasta básica. Si los Magos fuesen paraguayos podríamos pedirle que nos ayuden a abaratar los precios de carnes, frutas, leches y panificados, que los productos que diariamente consumen las familias paraguayas. Otro pedido que podemos hacer a los Magos es una mejor administración del dinero público y una buna redistribución de la riqueza. Esto, en otras palabras es que se ponga fin a la corrupción y al despilfarro de los fondos públicos, con lo que se lograría que el Estado cumpla con sus deberes más urgentes. Si los Magos fuesen paraguayos le pediríamos que nos regalen parlamentarios más comprometidos con la sociedad y que los fiscales actúen con equidad y profesionalismo. También le pediríamos que nos regalen policías que hagan un trabajo más de prevención de delitos y que la ciudadanía pueda caminar segura por las calles.
Lamentablemente, nuestros gobernantes no son magos ni reyes, sino simples ciudadanos de quienes se espera mucho, pero hay poco retorno.
