Adalberto Martínez pidió en su homilía este miércoles por los 10 años de la masacre de Curuguaty en Marina Cué que “no nos acostumbremos a la guerra, ni a las matanzas”. “Los cristianos estamos llamados a rezar por la paz, orar por la paz y no solo eso, sino ser constructores de paz”, agregó.
“Para que haya paz, hay que construir la justicia. Si no hay justicia, no habrá paz”, expresó el obispo.
En su homilía abogó por una equitativa distribución de las tierras y del desarrollo de las mismas por el campesinado y los indígenas. En ese sentido, recordó que las comunidades indígenas fueron desplazadas.
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Asimismo, indicó que estos conflictos los llaman, como iglesia, a trabajar en redes. Pidió a los distintos estamentos de la sociedad “trabajar por el bien común”.
Este miércoles se cumplen 10 años de la matanza en Marina Cué, que dejó 11 campesinos y seis policías fallecidos. Ocurrió durante un operativo de desalojo de unas tierras en conflicto entre la empresa Campos Morombí, del fallecido dirigente colorado Blas N. Riquelme, y el Estado.
Por el caso, el entonces presidente y actual senador Fernando Lugo fue destituido a través de un juicio político.