“Con esto no me van a hacer correr, si tengo que pagar con mi vida, lo haré, porque saldré por la puerta grande”, dijo la fiscala.
Este es un nuevo caso que se suma a lista de fiscales amedrentados y otros que fueron atentados a nivel país y regional. Benítez confirmó que ya hubo amenazas por llamadas.
“Estas amenazas representan un ataque directo a la administración de Justicia”, explicaron desde la Aso de Agentes Fiscales del Paraguay.
Se alertó que cualquier intento de amedrentamiento a un fiscal “debe ser tomado con la mayor seriedad”.
“Reiteramos nuestro respaldo a cada fiscal que enfrenta riesgos y desafíos en el cumplimiento de su deber, con la convicción de que los actos de violencia e intimidación no socavarán el deber y compromiso unidos por un país mejor”, alegaron.
Ya hace poco más de dos años, una amenaza se hizo real. Sicarios dieron muerte al fiscal Marcelo Pecci, cuando había ido de luna de miel a Colombia. Después de eso, se vino una serie de atentados a fiscales en países como Honduras y Ecuador, que hasta ahora no paran.
“DE MONTANARO”. Las flores que llegaron ayer a la fiscala paraguaya se tenían que entregar el domingo, justamente coincidente con el Día de los Muertos. “Este tipo de cobardías no me van a hacer correr. Como no tienen motivo para recusarme, están valiéndose de esta situación como para que yo, por temor, me aparte”, explicó Benítez.
La “advertencia formal”, supuestamente proveniente del grupo Anonymous, ya que venía con la firma de ellos, iba acompañada del ramo. En ella, le instan a la fiscala que prosiga con la investigación en el caso Duck Sex Games, “únicamente si está dispuesta a llevarla a cabo con absoluto respeto por la verdad y la justicia”. Continúa la advertencia que “para su propio bienestar y el de quienes la rodean” le aconsejaban “considerar seriamente” el mensaje.
Ahora ya hay una investigación abierta en la Unidad Antisecuestro de la Fiscalía, donde deberán dar con la trazabilidad de la compra, ya que no fueron dos ramos, sino tres, uno para la fiscala, otro para la denunciante y para el propio imputado, este supuestamente en apoyo suyo. La florería desde donde se enviaron los ramos no tiene registrada la dirección del solicitante; además, el que hizo el pedido pagó en efectivo y no pidió factura, por lo que ya se solicitaron los videos del circuito cerrado para verificar quién fue al local a comprarlos.
PROCESADO. El empresario Montanaro está imputado por lesión del derecho a la comunicación y la imagen desde julio de este año.
Supuestamente, él invitaba a diferentes personas a encuentros sexuales, los que grababa y subía a una plataforma.
En este caso, su ex pareja alegó que no dio autorización y que él de igual manera divulgó las imágenes.