La Cámara de Diputados decidió someter el proceso de pérdida de investidura a Carlos Portillo, quien concluyó con 60 votos a favor de la expulsión.
El pedido de sacarle la investidura fue presentado por el diputado colorado Ramón Romero Roa, quien falleció a consecuencia del Covid-19. En los audios filtrados que probaban un supuesto tráfico de influencias, el ex legislador pedía a unas personas que “se jueguen más” por él para poder conseguir los nombramientos.
Portillo se hizo conocido por su forma de hablar y ostentaba que tenía en su haber siete títulos universitarios. La legitimidad de varios títulos fue puesta en duda.

Fue muy cuestionado en el 2014 cuando realizó un viaje a Cartagena con dinero de la Cámara Baja, para participar de un taller denominado “El amor en los tiempos de campañas electorales: conocer para seducir”.
Además, osó llamar “común” a los ciudadanos para justificar la aprobación en el Congreso de una jubilación parlamentaria privilegiada diciendo que no se puede comparar a un legislador con una persona común.
Fue objeto de burla en muchas ocasiones por su mala pronunciación del inglés y algunas palabras en español.