La campaña No pagues, denunciá busca capacitar a los ciudadanos para que no caigan en extorsiones. Desde el Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional informan que la sextorsión es la que está en auge, siete de cada diez denuncias por extorsión conllevan el tinte sexual.
“La sextorsión es una modalidad que definimos acá como una extorsión en que se utilizan imágenes íntimas de la víctima para amenazar con publicar. Entonces, ese es el elemento coercitivo, la moral, atacan más la imagen de la víctima, los extorsionadores, para sacar provecho”, explica el oficial primero Alfrody Ayala, de la División de Prevención del Departamento Antisecuestro de la Policía.
Indica que la cantidad de denuncias se ve como resultado de la campaña, porque hay confianza para denunciar.
“Hoy en día es impresionante cómo hasta gente profesional cae también en esto. Nosotros siempre decimos que partamos de una premisa de que ‘a mí no me va a pasar’. Muchas veces entramos en confianza. Apenas se conocen por redes sociales y ya entran en confianza”, sostiene.
El esquema de la sextorsión comienza con un estudio de la conducta, por parte de los extorsionadores. El oficial explica que normalmente en redes uno publica gustos y en ese marco, los delincuentes hacen perfiles falsos.
“Al entrar en confianza, ellos van sacando más datos, para que pueda utilizar después, ya sean gustos, hobbys. Empiezan luego a entablar conversación vía WhatsApp, y ahí ya se intercambian imágenes íntimas y después vienen las extorsiones”, dice.
DIVERSAS MODALIDADES. Si bien es la sextorsión la modalidad que más acapara las estadísticas, existen, otros tipos de extorsiones, como el robo de WhatsApp, para luego pedir dinero bajo engaño. “El punto donde siempre se quiere más es el uso de internet, gigas o velocidad, y atacan desde ese punto”, detalla.
Los delincuentes hacen un estudio, por lo que manejan la información de la víctima, como el uso de paquetes de datos, el plan, y eso genera confianza a la persona que llama. “Para que se active el WhatsApp, te tiene que enviar un código y con eso hay certeza de que el teléfono está activo. Entonces los extorsionadores piden bajo engaño que le manden el código y ya activan tu cuenta”, dice Ayala.
Estas llamadas normalmente vienen de la cárcel. Se hacen en connivencia con guardiacárceles, que ingresan celulares, y un factor es el bajo sueldo que ellos perciben.
La Fiscalía, la semana pasada, informó también que se están realizando llamadas de personas se hacen pasar por agentes fiscales, informando de causas abiertas y pidiendo dinero para “solucionar eso”.
Por otra parte, hay una nueva modalidad que también está en auge. Este hecho consiste en que clientes buscan casas de masajes, servicios sexuales y toman contacto, y se agenda la cita. “Le recibe la persona con que contactó y es emboscada por otros que le toman fotografías y empiezan a extorsionar para no publicar, y aparte le roban”, advierte sobre el punto el oficial Ayala.
Opinión
Van surgiendo nuevas formas de extorsión
“Los delincuentes tienen tiempo para pensar cómo quitar provecho de gente que no tiene una cultura preventiva, una seguridad de sus redes sociales, o en su manejo de información personal.
El aumento de denuncias ayudó a ver de manera distinta este fenómeno. Hay que entender que esta pandemia genera situaciones difíciles para muchos. También nosotros tenemos una política de trabajo, donde viene la víctima a denunciar y damos contención sicológica, porque a veces, la extorsión también tiene secuelas muy parecidas al secuestro”. Alfrody Ayala, oficial primero.