Por el momento el desprendimiento este domingo de un serac, como se denomina a estas fracturas en los glaciares, entre Punta Rocca y Punta Penia, en el grupo de la Marmorada entre las regiones de Trentino y Véneto, Italia, se ha cobrado siete vidas y ha causado ocho heridos, dos de ellos alemanes, muy graves.
Los restos de la séptima víctima fueron localizados durante la mañana por los helicópteros y drones que están siendo utilizados para intentar localizar los desaparecidos ante la imposibilidad de mandar equipos de rescate, ya que las altas temperaturas podrían producir la caída de los enormes trozos de hielo que se encuentran en la zona.
Entre los fallecidos hay tres víctimas italianas identificadas: dos guías alpinas y un alpinista de 27 años, Filippo Bari, que momentos antes había enviado una foto desde el glaciar a su hermano, mientras que también hay un ciudadano checo y otras dos personas que no han sido identificadas.
Además a últimas horas de la mañana se desencadenó una tormenta que impidió continuar con la búsqueda de los desaparecidos, que según fuentes del Salvamento alpino, que han puesto a disposición un teléfono para las familias, son por ahora 19 personas, 11 italianas y ocho turistas extranjeros: tres rumanos, un francés, un austriaco y tres checos.
Según el presidente de la región de Veneto, Luca Zaia, que acudió a la zona para seguir las tareas de rescate, los desaparecidos podrían ser mucho más, pues se trataría de turistas extranjeros cuyas familias aún no han dado la alarma.
Algunos de los testigos explicaron que en el momento del derrumbe había cerca de una treintena de senderistas en la zona.
Al pueblo de Canazei, donde se han llevado a las víctimas para su identificación, también está llegando el primer ministro italiano, Mario Draghi, quien se reunirá con los presidentes de Veneto y Trentino y los equipos de salvamento.
Se están comprobando, además, los cerca de 16 coches que se encuentran desde este domingo en el aparcamiento del remonte que lleva a la cima desde donde salen los senderos para escalar esta parte de la Marmolada.
Aunque los socorristas descartan la posibilidad de encontrar a nadie con vida, pues aquellos que recuperaron los primeros cuerpos hablaron de una total “carnicería” con cuerpos desmembrados debido a la violencia de las toneladas de piedras y hielo que descendieron por la montaña a una velocidad de cerca de 300 kilómetros por hora arrastrando todo a su paso.
El desprendimiento de esta parte de glaciar se produjo tras varios días de altas temperaturas y en ese área se llegó al récord de 10 grados.