“Hay tres cuestiones clave: El nivel de infección de los niños, la gravedad de quienes enferman y la transmisión. Pero solo para la segunda tenemos datos sólidos”, resume Russell Viner, presidente del Colegio Real de Pediatría Británica. Y la conclusión es que las formas graves del Covid-19 y los decesos son excepcionales entre los más pequeños.
Si bien, al inicio se creía que los niños eran vectores claves del SARS-CoV-2 por analogía con otras enfermedades virales como la gripe, varios estudios apuntan lo contrario.
Por ejemplo, un niño de 9 años en Francia que estuvo en contacto con 172 individuos no contaminó a ninguno. En cambio, transmitió otros virus que contrajo, como la gripe. Paralelamente, un estudio alemán conducido por el virólogo Christian Drosten, consejero de Angela Merkel, concluyó que los niños infectados tienen una carga viral comparable a la de los adultos y “podrían ser igual de contagiosos”. AFP