La Cámara de Senadores tiene previsto para hoy continuar con el estudio en particular del proyecto de ley que contempla modificaciones a la ley del escalafón diplomático, consular, administrativo y profesional. El documento, bautizado como “ ley Samaniego” por tener como principal impulsora a la senadora Lilian Samaniego, fue aprobado en general hace una semana. Ante las señales de que obtendría media sanción en Senado, los diplomáticos que se oponen a la normativa ya iniciaron su respectivo lobby ante la Cámara de Diputados.
El estudio del polémico proyecto, que es rechazado tanto por la Asociación de Diplomáticos Escalafonados del Paraguay (ADEP) y por el propio canciller nacional, Euclides Acevedo, se dará en el segundo punto del orden del día de la sesión de hoy.
No obstante, existen varios dictámenes remitidos desde comisiones en favor de la aprobación, pero dado el caso el dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores, que preside justamente Samaniego, es el que mayor peso tiene. En ese sentido, existen dos dictámenes, uno de los cuales es por el rechazo, que expresa precisamente el temor por que el ingreso de los funcionarios al escalafón sea por criterio político, restando peso al concurso técnico.
Precisamente, desde que avanzó el proyecto de Samaniego, que además lleva la firma de otros cinco senadores de distintas bancadas, la presidenta de ADEP, Noelia López, manifestó su preocupación y la del gremio porque existiría “intromisión” de la clase política para dictar quiénes deben conformar el cuerpo diplomático.
Dictamen. Durante el estudio en comisiones, en particular en la de Relaciones Exteriores, el texto sufrió modificaciones. En total el texto consta de 127 artículos y el original de 136. Algunas modificaciones son de forma como por ejemplo, que en el título del proyecto se sustituye la palabra profesional por la de “técnico”.
Resalta en el artículo 13 que el ingreso de “nuevos funcionarios al escalafón solo podrá efectuarse por concurso”.
En cuanto a las plazas a las que se accede por concurso, el proyecto original contempla que se debía llenar con los mejores puntajes del 70% de personas con título universitario y que tengan relación con la diplomacia y del 30% con “nivel universitario”, es decir, sin culminar. Esta relación subió al 80% para los que posean título en el nuevo dictamen.