Fue durante la reunión de la Comisión de Cultura y Educación de la Cámara de Senadores, donde se abordaron los cuestionamientos que rodean al material de las 12 Ciencias, que irónicamente carece de respaldo científico.
En su intento por defender este material, Lizzarella mencionó los conceptos de “hijo, vaselina y sexo anal” para intentar desacreditar cualquier proyecto que fomente la igualdad de género en las escuelas y que niños, niñas y adolescentes tengan las herramientas suficientes para detectar y denunciar situaciones de riesgo.
Las senadoras Esperanza Martínez y Blanca Ovelar fueron quienes menos disimularon su indignación por semejante disparate, hasta su colega Hermelinda Alvarenga, que se percibe como provida y profamilia, parecía que dejó de respirar por unos segundos y hasta tomó el micrófono para interrumpir, pero no se animó.
Al ministro de Educación, Luis Ramírez, no le quedó otra que mirar a la nada para evitar cualquier gesto en contra de una senadora del mismo partido que lo puso en el cargo.
Pero a la cartista no le bastó, y volvió a insistir en su negativa a que se enseñe el Kamasutra en las escuelas, alejándose totalmente de un debate serio como demandan las construcciones de políticas públicas.
¿Cómo podría alguien tener una representación mental tan retorcida? No necesariamente Lizzarella cree en su propio discurso, recurre a este instrumento de desinformación para defender a sus representados, los antiderechos. Tampoco tiene un arraigo religioso, como ella misma afirma, no va a la Iglesia Católica ni a la Evangélica, pero no hay dudas de que el fundamentalismo religioso va permeando en las instituciones del Estado. La senadora utiliza herramientas dogmáticas para manipular la información e infundir miedo en las familias en su defensa por el material de las 12 Ciencias. Ante el reclamo de una educación laica como establece la Constitución Nacional, responde que el documento contiene “principios universales” y que es pura coincidencia la similitud con los preceptos religiosos.
Pero el texto es muy claro cuando señala que “Dios inventó la relación sexual” y que en su nombre la familia empieza con el matrimonio y recomienda la abstinencia sexual para evitar el embarazo adolescente, entre otras afirmaciones dirigidas a estudiantes.
Es sabido que esta legisladora responde a la misma línea del pastor Miguel Ortigoza, quien está presionando fuertemente para la implementación del material en las escuelas. El pastor es representante en Paraguay de Capitol Ministries, una organización con bases religiosas de Estados Unidos, que se fue fortaleciendo desde que Donald Trump le permitió ingresar a la Casa Blanca para influir en las decisiones de Estado.
Desde entonces, trabaja en su expansión en Latinoamérica y se financia con donaciones de parlamentarios estadounidenses, según la publicación de El Surti.
Pero volviendo a la reunión de la Comisión de Educación en Senado, el ministro de Educación aclaró que el libro de las 12 Ciencias no saldrá al público tal como está, sino con incorporaciones que se están realizando con la participación de todos los sectores, aunque el documento aún no se socializó.
Aseguró que el texto no está circulando en ninguna institución pública. y esto dio pie a que los senadores Esperanza Martínez y José Oviedo pidieran entonces la derogación de la Resolución N° 933/23, por la cual se había aprobado el uso del material en las escuelas públicas, ya que finalmente aún no está aprobado el documento final. El secretario de Estado dijo que tomaría nota del pedido, pero hasta ahora no derogó la normativa.
