Durante una conferencia de prensa, Miguel Marecos presentó un análisis sobre el estado actual de la educación en Paraguay y los retos para el año 2025.
Lamentó que el Congreso Nacional no aprobó un préstamo destinado a rehabilitar más de 500 instituciones educativas.
“Las escuelas siguen con el mismo peligro de antes, de que se caiga el techo en cualquier momento”, alertó.
Asimismo, mencionó que de los 400 baños planificados para ser renovados en 2024, aproximadamente 250 siguen pendientes.
Esto afecta directamente a la implementación de baños diferenciados por género, una necesidad urgente en muchas instituciones.
En cuanto al equipamiento, cerca de 2.500 instituciones aún requieren mobiliario adecuado y el sistema de conectividad mediante Copaco se ha mostrado ineficiente, dejando a muchas escuelas sin una solución tecnológica viable.
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El aumento del consumo de drogas, casos de abuso y acoso sexual en el ámbito escolar fue otro de los temas abordados.
Marecos indicó que, pese a los esfuerzos de instituciones como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), hace falta una mayor articulación y presupuesto para enfrentar estas problemáticas.
Además, insistió en la necesidad de incorporar más sicólogos, orientadores y evaluadores al sistema educativo, para brindar contención a los estudiantes.
Con respecto a la faceta positiva, Marecos resaltó los logros obtenidos con el programa Ñe’ery, enfocado en mejorar la comprensión lectora y la lectoescritura.
“Este año empezamos muy bien con este proyecto, que siempre fue un problema para nosotros y que explica en parte nuestra ubicación en los últimos lugares a nivel mundial”, subrayó.
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También elogió la expansión del Programa Hambre Cero, que este año alcanzó a 150.000 estudiantes de 90 nuevos distritos, con almuerzos escolares.
“No voy a decir que es la octava maravilla, pero está muy cerca”, expresó. El próximo año este beneficio llegará a más de 900.000 estudiantes.
Marecos reiteró la importancia de una mayor inversión pública en educación para solucionar las debilidades estructurales y sociales.
Además, hizo un llamado al Congreso y al Ministerio de Educación para trabajar en conjunto en busca de un presupuesto más robusto y políticas más efectivas que garanticen el bienestar y aprendizaje de los estudiantes.