Se trata del Registro Unificado Nacional (RUN) y de la carrera civil, ambos impulsados justamente por el propio mandatario, y acompañados por la mayoría cartista y aliados que el presidente tiene en ambas Cámaras del Congreso.
En cuanto al RUN, desde el gobierno se apunta a la unificación de los Registros Públicos, Catastro y el Departamento de Agrimensura y Geodesia del Ministerio de Obras Públicas.
El objetivo supuestamente es solucionar los problemas de superposición de títulos inmobiliarios y la complejidad de varios trámites con la fusión de las tres entidades.
Sin embargo, los que objetan esta iniciativa sostienen que la intención real es blanquear las tierras malhabidas que están en manos de grandes terratenientes.
La advertencia es que podría dejar en total desventaja a las comunidades campesinas e indígenas que mantienen su lucha del derecho a la tierra.
En cuanto a la ley de la carrera civil, Peña había anunciado que sería la solución para las contrataciones a familiares en el Congreso como casos de nepotismo, pero finalmente la norma no afectará la autonomía de este poder del Estado en ese sentido.