EFE
“Snowden tiene suficiente información como para causar más daño al Gobierno estadounidense él solo en un minuto del que cualquier otra persona haya tenido jamás en la historia de Estados Unidos”, dijo Greenwald al diario bonaerense “La Nación” desde Río de Janeiro.
Sin embargo, según el periodista estadounidense, el objetivo del exanalista de la CIA, acusado por EE.UU. de revelar información secreta, “es dejar al descubierto programas informáticos que personas en todo el mundo utilizan sin saber a qué están exponiéndose y sin haber aceptado conscientemente ceder sus derechos a la privacidad”.
Greenwald se posicionó a favor de la decisión de Snowden, quien desde el 23 de junio se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo, de permanecer en Rusia porque, a su juicio, “lo más importante es no terminar en custodia de Estados Unidos, cuyo Gobierno demostró ser extremadamente vengativo para castigar a los que revelan verdades incómodas”.
Snowden ha dicho que solicitará asilo político en Rusia ante la imposibilidad de viajar a los países latinoamericanos que le ofrecen refugio.
Greenwald, bloguero y columnista del diario británico “The Guardian”, denunció que “no se puede confiar” en sistema judicial estadounidense cuando “se trata de personas acusadas de poner en peligro la seguridad nacional del país”.
El presunto programa masivo de espionaje estadounidense afecta también, según Greenwald, a aquellos países de América Latina que tienen un avanzado sistema de telecomunicaciones.
“Una forma de interceptar las comunicaciones es a través de una corporación telefónica en Estados Unidos que tiene contratos con empresas de telecomunicaciones en la mayoría de los países latinoamericanos”, explicó el británico.
Greenwald puso en duda que haya una fuerte reacción de los Gobiernos mexicano o colombiano, pero dejó abierta la puerta a que otros del continente, como el de Argentina y el de Venezuela “estén dispuestos a tomar acciones concretas”.
Los jefes de Estado de Venezuela, Argentina, Bolivia y Uruguay rechazaron “enfáticamente” las “acciones de espionaje” e “intercepción de las telecomunicaciones” en los países de la región por parte de Estados Unidos en la declaración final de la 45 cumbre del Mercosur celebrada ayer en Montevideo.
Según los países firmantes, el presunto programa de espionaje “viola la soberanía” de las naciones latinoamericanas y “perjudican el normal desempeño de las relaciones entre los países”.