Eran aproximadamente las 3.00 de este viernes cuando un estruendo despertó a toda una familia que descansaba en el interior de una vivienda del barrio San Miguel de Capiatá, Departamento Central.
Al poco tiempo empezaron los disparos que cegaron la vida de seis personas en total, tres de ellos menores de edad.
Una de las sobrevivientes contó a Monumental 1080 AM cómo el homicida, identificado como Isidro Casco, un policía de 31 años, ejecutó prácticamente a toda la familia de su pareja.
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Según detalló, ella, sus tres hijos y el hijo más pequeño del suboficial se encontraban en un dormitorio. Sus tíos, sus primos y la menor de 2 años estaban en otra habitación.
Cuando oyó los primeros disparos se encerró, pero el hombre tumbó la puerta de una patada.
“Mis hijos se arrodillaron frente a él y le pidieron que por favor no haga nada, que su hijo de 1 año estaba durmiendo con nosotros. Salió y volvió a entrar en la pieza donde ya le mató a todos”, relató.
La mujer dijo que su hija, de 16 años, agarró al bebé y se predispuso para salir a pedir ayuda. Sin embargo, el suboficial la sorprendió y disparó en la cabeza a su propio hijo, frente a los ojos de la adolescente.
Luego, el policía salió de la vivienda y se quitó la vida. Todo esto ocurrió mientras el autor transmitía en vivo mediante una videollamada a su madre, quien se encuentra en España.
“Estaba fuera de sí"
La testigo comentó que el hombre estaba “fuera de sí" y que, aparentemente, se encontraba bajo los efectos de estupefacientes.
"Él era consumidor de cocaína, pero nunca nos amenazó ni atropelló la casa”, precisó.
La mujer dijo desconocer el trasfondo que habría llevado al joven a actuar de esa forma. Negó que sea una cuestión de dinero, como inicialmente se había planteado.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Alberto de la Cruz Riveros Benítez (51), Amalia Portillo (50), Amalia Casco Romero (2), Amílcar Casco Romero (1) y Liliana Maribel Gómez (16).