El estadio El Campín fue el escenario elegido por el bajista Zeta Bosio y el baterista Charly Alberti, quienes cedieron el protagonismo al líder de la banda, fallecido el 4 de setiembre de 2014, que apareció en una decena de videos de los últimos 30 años que se proyectaron en las pantallas y hasta arrancaron lágrimas a los asistentes.
Pese a que cayó un temporal en la tarde bogotana, el cielo se despejó y no hubo un nuevo amague de lluvia. El público, abrigado y vistiendo en su mayoría prendas alusivas a la banda y a su fallecido líder, esperó ansioso el comienzo del recital.
La última presentación de la banda había sido el 21 de diciembre de 2007 en el estadio Monumental de Buenos Aires como parte de la gira Me Verás Volver. En Bogotá el concierto más reciente fue el del 24 de noviembre de ese mismo año y en esa misma gira, una larga espera de 12 años que rompieron los acordes de Sobredosis de TV.
En las pantallas apareció Cerati y su voz retumbó en cada rincón del estadio El Campín: “Estoy desesperado, soy tan vulnerable a su amor. Ella ya se ha ido, un hueco en mi habitación”.
Los aplausos y los gritos de emoción llegaron, el concierto despegó.
Coleman y Larregui, los primeros invitados
El argentino Richard Coleman, fundador de las bandas Fricción y Los 7 Delfines, fue el primero de los invitados en subir al escenario. La canción elegida fue Hombre al agua y animó al público, que levantó los brazos, se sacudió y comenzó a corear versos como “Y voy flotando por el río, descansando en la corriente”.
Tras el argentino salió el mexicano León Larregui, quien fue recibido por un agitado público en el que había también gente con banderas de Panamá, Costa Rica y República Dominicana, países a donde no llegará la gira Gracias Totales.
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El líder de Zoé, visiblemente emocionado, fue el encargado de interpretar Disco Eterno y con ello se ganó el favor de los asistentes. En su despedida el artista mexicano fue contundente: “Soda Stereo, mi banda favorita en el universo”.
Pese a que el cartel anunciado tenía bastantes colaboraciones, tanto Bosio como Alberti fueron claros en que no todos los artistas iban a poder ir a todos los conciertos, razón por la cual utilizaron la tecnología, los grabaron y los pusieron cantando en las pantallas.
El primero en aparecer fue Álvaro Henríquez, uno de los más importantes e influyentes artistas chilenos de la actualidad, a quien proyectaron cantando El rito mientras la banda tocaba el resto de instrumentos.
El colofón de la primera parte del concierto fue Rubén Albarrán, el enérgico vocalista de Café Tacvba, que puso a saltar a todos los asistentes con Lo Que Sangra (La Cúpula) y se llevó la ovación más sonora hasta ese momento.
“Gracias Soda, por una eternidad juntos”, comentó al despedirse del escenario.
En familia
Tras las apariciones en pantalla de la mexicana Julieta Venegas y del argentino Walas, Benito Cerati, el hijo mayor de Gustavo, dio color a las imágenes de la pantalla, hasta ese momento todas en blanco y negro.
La canción fue Zoom y la emoción fue total por parte de un público que por momentos lució apagado y no terminó de conectarse con la mística de la legendaria banda argentina.
Luego fue el turno de Simón Bosio, el hijo de Zeta, que tomó la guitarra y compartió el protagonismo de Un millón de años luz, con la chilena Mon Laferte, cuya voz retumbó en todos los rincones del estadio e hizo de ese momento uno de los puntos álgidos de la velada.
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Cerati reapareció. “He llegado hasta el fin con los brazos cansados. Tantas veces te vi, simulando un olvido y eso pasó”, reza la letra de Fue, la canción que provocó una reacción masiva de los asistentes, que se sumaron al momento nostálgico con sus teléfonos móviles mientras sonaba la voz del argentino.
Despedida con toque británico
Al escenario saltaron también el boricua Robi Draco Rosa y la colombiana Andrea Echeverri, mientras que en las pantallas aparecieron Gustavo Santaolla, Fernando Ruiz Díaz y Juanes, que no pudo estar pero cantó Prófugos.
Sin embargo, el cierre estuvo a cargo de Chris Martin, cuya imagen cantando De música ligera en un concierto de Coldplay en Buenos Aires sirvió para que Alberti y Bosio contaran con él en esta gira.
Pese a que no estuvo en Bogotá, su voz cantando y repitiendo la frase “nada más queda” dio el cierre a la noche inaugural de una gira de “despedida” con la que el bajista y el baterista buscan homenajear a Cerati y a los éxitos que cosecharon juntos.
Soda Stereo regresa este año a Paraguay, con Charly Alberti y Zeta Bosio, para brindar el 18 de marzo un concierto en el Jockey Club.