Los departamentos de Canindeyú y San Pedro reportaron lluvias luego de varias semanas de déficit de agua. Tras una interrupción, ahora los productores volverán a ingresar a sus parcelas para terminar la siembra.
El vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja (APS), Karsten Friedrichsen, comentó que entre el lunes y martes se registraron importantes precipitaciones en el norte del país, donde empezaba a haber preocupación por la sequía.
En Canindeyú las lluvias fueron más generalizadas, mientras que en San Pedro, fue beneficiada más la zona sur del departamento.
A partir de ahora, los productores van retomando los trabajos una vez que el suelo absorba mejor el agua acumulada y soporte el ingreso de maquinarias pesadas sin causar daños en la superficie. “La siembra avanza ahora en el norte a un buen ritmo también”, mencionó Friedrichsen.
El agricultor considera que con el clima actual, la siembra podría terminar en una semana en la zona norte, aunque desconoce la situación de lluvias de las áreas más alejadas de San Pedro.
En las superficies agrícolas del sur, los trabajos de siembra prácticamente terminaron y las tareas se concentran actualmente en el manejo de los cultivos en desarrollo.
Resiembra. Teniendo en cuenta que a fines de setiembre y mediados de octubre muchos productores echaron sobre suelo seco las semillas con la esperanza de buenas lluvias, que recién llegaron esta semana, varias plantas que germinaron murieron al no resistir el estrés hídrico.
Como alternativa, el representante de la APS mencionó que se está analizando resembrar algunas superficies, especialmente en San Pedro, que es la zona más golpeada por la seca.
Aunque se va agotando el tiempo para la soja de verano, Friedrichsen dijo que el sector seguirá apostando a este rubro hasta el 15 de noviembre, atendiendo a que es el principal cultivo entre los demás que rotan en la misma superficie como el maíz y el trigo, entre otros.
Se mantiene la expectativa de llegar a 3,6 millones de hectáreas.