El coronavirus no solamente es altamente infeccioso y tiene efectos insospechados en las economías, sino que también generó una situación de incertidumbre y angustia inéditas para muchas sociedades de este siglo.
Si la cuarentena en sí misma ya representa un desafío para la convivencia de una familia, las personas que deben pasar el paro sanitario completamente solas pueden enfrentar un reto mayor.
El Gobierno impuso una restricción de circulación en la vía pública, salvo casos excepcionales, la prohibición de aglomeraciones y una serie de medidas que buscan el aislamiento social ante la pandemia. La medida continuará hasta, por lo menos, el 12 de abril.
Profesionales de la salud mental recomiendan que aquellas personas que están completamente aisladas durante este tiempo sean disciplinadas en la manera en que ocupan su tiempo.
“El hecho de estar solo no significa que la soledad sea precisamente negativa. En algunos casos uno se siente solo rodeado de un grupo de gente. Hay personas que están solas pero tienen capacidad de no sentirse solas. Para aquellas personas que están y se sienten solas, por supuesto que el aislamiento social es mucho más difícil de llevar”, explica la siquiatra Mirta Mendoza.
En ese sentido, la médica señala que tener una rutina es clave para no caer en hábitos nocivos para la salud al no poder salir de la casa.
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“Insistimos en que lo importante es mantener cierta rutina, levantarse, asearse, alimentarse adecuadamente. Esas rutinas que estructuran el día a día y hacen que uno no esté tirado en la cama o en un sillón, haciendo pasar las horas”, indica Mendoza, quien agregó que cualquier persona encerrada se expone a quedar en un estado de dejadez, sin asearse, comiendo o bebiendo en exceso y sufriendo mayor ansiedad.
Por su parte, la sicóloga Ofelia Martínez también destaca que la organización del tiempo es muy importante en estos tiempos de encierro, al igual que la actividad física.
“El encierro genera una energía que no puede salir del cuerpo, entonces para eso es bueno la actividad física. En internet hay muchos videos que enseñan qué se puede hacer en la casa. Lo importante es sacar la energía que se concentra en el cuerpo, lo cual uno hace generalmente al salir, al caminar, al hacer actividades. Es necesario imponerse un tiempo de ejercicio físico”, recalca la sicoanalista.
Ambas profesionales indicaron que mantener la comunicación telefónica o electrónica con los familiares y amigos también es indispensable para sobrellevar la soledad.
Al respecto, Mendoza explicó que los seres humanos desde el nacimiento son seres sociales que se desarrollan a partir de la relación con otras personas, por lo cual la interacción es esencial para la salud mental.
Cuadros se pueden agudizar
Ofelia Martínez es una de las profesionales que atienden la línea de servicio gratuito que habilitó la Federación Psicoanalítica Paraguaya durante el paro sanitario. En una semana recibieron alrededor de unas 200 llamadas de distintas personas de todo el país buscando algún tipo de atención sicológica o siquiátrica.
“En general, la mayoría de las personas que entran en crisis (de las personas que llamaron a la cuarentena) tienen antecedentes de haber padecido pánico, ataques de pánico, crisis de angustia. La situación del encierro, de la pandemia, de no saber qué va a suceder ni cuánto tiempo vamos a estar así, hace que se agudicen más situaciones que se venían arrastrando”, explicó la sicóloga.
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Sobre el punto, Martínez recalcó que la situación económica es un factor fundamental en la salud de las personas, ya que hay gente que no puede darse el lujo de quedarse encerrada o personas que no pueden evitar preocuparse por las deudas que se amontonan.
Más trabajo en casa y videollamadas para interactuar con el mundo
Alejandra Bernal es una funcionaria pública, de 29 años, que desde hace una semana implementa el teletrabajo. Antes de hacerlo, leyó sobre el tema y decidió mantener una rutina para dividir el tiempo laboral, las horas de estudio universitario -que también lo hace a distancia- y los momentos de ocio. Sin embargo, el encierro conspira contra su organización del tiempo.
“El teletrabajo es mucho más exigente porque tenés que estar en todo momento atento, además tenés que comer, tenés que limpiar y mientras limpiás te llaman del trabajo. En tiempos normales, salgo a la tarde de trabajar y ya no me ocupo de cuestiones laborales”, asegura Bernal, quien desde que entró en cuarentena solo salió de su departamento para ir al supermercado y a la farmacia.
El trabajo a distancia, o home office, también tiene un aspecto económico: Alejandra no tenía conexión a internet en su casa, por lo que primero utilizó los datos de su teléfono, hasta que finalmente se vio obligada a adquirir un servicio en su hogar.
Santiago Montiel, un realizador audiovisual de 37 años, desde inicios de año acostumbra a trabajar más tiempo desde la casa, entonces, quizás, puede lidiar con el encierro mejor que otras personas. No obstante, también es consciente de que el trabajo a distancia tiene sus desafíos.
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“Se trabaja más. Tenés que cocinarte, tenés que tomarte el tiempo para hacerlo. Después está la limpieza de la casa, tu atención está mucho más dispersa en la casa que cuando te vas a una oficina. En la oficina todo el mundo está concentrado en el trabajo, entonces es más fácil entrar en ese ritmo”, cuenta Santiago, quien dice ya haber perdido la cuenta de los días de encierro, ya que justo cuando salía de un cuadro de dengue, el Gobierno decretó el paro sanitario para frenar la transmisión del Covid-19.
Santiago tiene pizarras, donde anota las tareas pendientes y agenda videollamadas. “Tengo un grupo de amigos donde nos pusimos partners de acompañamiento, con un amigo tengo que hablar sí o sí todos los días. Eso establecimos para acompañarnos en la cuarentena”, comenta.
En contrapartida, Víctor Mendoza (30), empleado de una empresa en el área informática, señala que hasta ahora él aprovechó la cuarentena para leer más, estudiar más y ponerse al día con series. Él tiene la ventaja de que durante este tiempo, su empleo no le exige muchas horas de conexión.
Al igual que Alejandra y Santiago, Víctor mantiene videollamadas constantes con su familia y amigos. Afirmó que hasta ahora la soledad no le pesó demasiado, aunque a veces extraña salir afuera a disfrutar el día.
“Trato de aprovechar el tiempo para ser productivo. Trato de aprender cosas nuevas o leer libros que nunca pude leer por falta de tiempo. No es una experiencia positiva esta, pero mantenerme ocupado me ayuda a no volverme loco”, comentó .
“Un mensaje positivo de mi parte es que la gente que pueda trate de aprender algo nuevo, que este tiempo sea lo más productivo posible, que la suerte no nos agarre desprevenidos. Que si esto genere de alguna manera nuevas oportunidades, estemos listos para eso”, expresa Víctor.
Hasta ahora son 65 los casos confirmados de coronavirus en Paraguay. Tres pacientes ya fallecieron. También se registraron paraguayos víctimas del Covid-19 en el exterior.