05 may. 2025

Solemnidad de Todos los Santos

«Esta es la estirpe de quienes buscan tu rostro, Señor» (Sal 24,6). Así reza la Iglesia entera en el salmo de la Misa de esta solemnidad de todos los santos. Y así, buscando el rostro de Dios, queremos pasar este día de fiesta. «Los santos y los beatos son los testigos más autorizados de la esperanza cristiana, porque la han vivido plenamente en su existencia, entre alegrías y sufrimientos, poniendo en práctica las Bienaventuranzas que Jesús predicó y que hoy resuenan en la liturgia. Las Bienaventuranzas evangélicas son, en efecto, el camino de la santidad».

Hoy, todos los santos nos impulsan a que emprendamos el camino de las Bienaventuranzas. No se trata de hacer cosas extraordinarias, sino de seguir todos los días este camino que nos lleva al cielo, nos lleva a la familia, nos lleva a casa. Así que hoy vislumbramos nuestro futuro y celebramos aquello por lo que nacimos: nacimos para no morir nunca más, nacimos para disfrutar de la felicidad de Dios. El Señor nos anima y quienquiera que tome el camino de las Bienaventuranzas dice: «Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5, 12)».

Estamos convencidos de que cuando Dios nos pide algo, en realidad nos está ofreciendo su vida, su cariño. Así lo comprendió san Josemaría: «Mi felicidad terrena está unida a mi salvación, a mi felicidad eterna: feliz aquí y feliz allí». Comprender este modo de actuar de Dios, que se esconde donde a veces no pensamos encontrarle, es comprender que él nunca quiere nuestra infelicidad, tampoco aquí en la tierra. «Cada vez estoy más persuadido –decía también el fundador del Opus Dei–: la felicidad del cielo es para los que saben ser felices en la tierra».

¡Qué alegría da pensar en todos los santos del cielo! Fueron como nosotros: con los mismos problemas y dificultades, con idénticas esperanzas y similares flaquezas.

Esta fiesta es particularmente bonita para los que peregrinamos en la tierra, porque en aquella multitud que alaba sin cesar al Señor están presentes muchos hermanos nuestros, muchos amigos y parientes, gente corriente y ordinaria, dispuesta a interceder por nosotros.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es/article/meditaciones-1-de-noviembre-solemnidad-de-todos-los-santos/).