Como cada año, los devotos solidarios de San Cayetano cumplieron otra vez, pese a la difícil situación. Más de 1.200 platos de comidas tradicionales fueron repartidos ayer durante la gran olla popular en honor al santo del pan del trabajo.
Esta actividad se realiza desde hace décadas en honor a San Cayé –como se lo llama tradicionalmente–, cuya festividad se recuerda cada 7 de agosto y que es impulsada por voluntarios de la capilla con el mismo nombre en el barrio Sajonia de Asunción, ubicado en avenida Mallorquín casi Testanova.
Andrés Caballero, custodio de la imagen de San Cayé, destacó el éxito de la comilona en un tiempo difícil para las familias paraguayas a causa de la pandemia y que también golpeó a tanta gente solidaria en el barrio.
Comentó que se realizó la olla popular para 1.200 personas con las comidas tradicionales del país, en el predio de la Defensoría Pública. El menú incluyó platos de locro, ipokue de poroto, caldo, yopará, guiso de arroz, guiso de fideo, tallarín de carne, tallarín de pollo y tortillas. Unos 500 platos fueron distribuidos entre familias más vulnerables del barrio Tacumbú.
‘’La pandemia no nos está permitiendo compartir como antes, separamos varias misas, el rezo del rosario, pero a pesar de todo pudimos cumplir con las actividades, con la solidaridad... La ciudadanía respondió, los devotos de san Cayetano responden siempre a cada llamado’’, indicó.
En la misa de la tarde, se bendijo en honor al santo un pan trincha de cinco metros que simboliza aquello que no debe faltar en la mesa de ningún paraguayo. ‘‘Resulta que las cuatro gracias que san Cayetano da son las cuatro necesidades más urgentes en este momento’’, resaltó.
Según la historia, San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: “Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?”, destaca Aciprensa.