La Iglesia, más que nunca, vivió el testimonio de Cristo en Semana Santa. La solidaridad, la visita y apoyo a familiares de enfermemos y necesitados se convirtieron en manifestaciones de la caridad cristiana más extendidas en este momento más crudo de la pandemia del coronavirus.
Voluntarios de la Pastoral Social y sacerdotes de la Arquidiócesis vienen asistiendo con alimentos, medicamentos y la eucaristía a los parientes de pacientes internados a causa de Covid-19 en el Hospital Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram). El padre Enrique Pereira llevó la palabra del Señor para rememorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y dar esperanzas a los familiares que acampan en los alrededores del centro asistencial.
También en el Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA se realizó el jueves una acción de gracias recordando la Última Cena de Jesucristo, como así también la ceremonia del lavado de pies. El sacerdote Juan Carlos Ayala, capellán de Clínicas, celebró la palabra con los familiares y funcionarios de guardia.
Durante su homilía en la Catedral Metropolitana de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, dijo que la ‘‘Iglesia cercana a la gente humilde y necesitada’’, mediante su Pastoral Social, es el paño de lágrimas y ha sabido “lavar los pies” en el servicio de comedores populares, de cercanía a los enfermos con los pocos medicamentos valiosos disponibles. Gracias a la generosidad de muchísima gente que pudo colaborar con sus bienes para que la Pastoral Social realice los gestos de Jesús a sus hermanos que claman salud y vida.
‘’Recojamos en el gesto del lavatorio de los pies toda la experiencia de caridad realizada por parte del personal blanco, de médicos, enfermeros, enfermeras, personal administrativo, farmacéuticos, empresarios, trabajadores de limpieza, cuidadores del orden y de la seguridad... Mucha gente que en silencio y en el cumplimiento de sus deberes han protegido la vida y han dado lo mejor de sí para que nuestro país supere, en la medida de lo posible, la tragedia creada por la pandemia’’, reflexionó el arzobispo.
Colecta
Los jóvenes de la Pastoral de Juventud de la Diócesis de San Lorenzo aprovechan estos días santos para realizar acciones solidarias teniendo en cuenta la situación difícil y vulnerable de los parientes de pacientes internados por Covid-19, por lo que se decidió hacer un paréntesis a los rezos en las casas y saltarse la virtualidad.
Así nació la colecta solidaria Ayúdanos a Ayudar que arrancó el Domingo de Ramos y que culmina hoy. Leche, galletas, enlatados, yerba, café y frutas, además de alcohol en gel, toallas húmedas, cubre bocas y pañales para adultos donados serán entregados mañana”, explicó Luz Simbrón, miembro de la pastoral.
“Elegimos llevar las donaciones el Domingo de Resurrección, de Pascua, como es una fecha muy importante para la Iglesia Católica; pensamos también en ofrecer una merienda y la eucaristía en compañía de un sacerdote’’, indicó la voluntaria. Los donativos se reciben hasta hoy. Los interesados en apoyar puede contactar al (0992) 257-526.
La actividad se realizará a las 16:00 en el Hospital de Clínicas.
Lamentable la irresponsabilidad de muchas personas, que hacen caso omiso a las recomendaciones y súplicas de las autoridades. Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé.
La Iglesia, mediante su Pastoral Social, ha sido el paño de lágrimas y ha sabido ‘lavar los pies’ en el servicio generoso. Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción.
Las cifras
6.17 es el promedio de muertes por millón de habitantes en Paraguay, es el segundo país con más decesos diarios.
1.995 es el promedio de casos nuevos diarios de coronavirus detectados en el país.
424 fue el récord máximo de pacientes con Covid-19 que ingresaron a terapia intensiva.