La Roja, que hará de local en el estadio San Carlos de Apoquindo de la Universidad Católica, en las faldas de la Cordillera de los Andes, debe ganarle a la Celeste y esperar que Perú y Colombia pierdan para así intentar llegar al repechaje.
Ambas caídas, tanto la de Perú como la de Colombia, parecen difíciles, a tenor de cómo se han desarrollado las clasificatorias para el Mundial, como parece difícil la victoria chilena frente a una Uruguay que, aunque no se juega nada, siempre pone una intensidad más en los duelos ante los trasandinos, a los que une una larga y polémica rivalidad.
Un triunfo local sería extraño si se tiene en cuenta la estadística por Eliminatorias, donde se disputaron un total de 17 juegos, con 9 victorias charrúas, 4 empates y 4 victorias rojas.
Para Chile, además, significa el último juego de su “generación dorada”, esos jugadores que consiguieron el bicampeonato de la Copa América en 2015 y 2016.