La sonda encendió su motor principal a las 23.18 EDT (03.18 GMT) de ayer martes, lo que le permitió desacelerar para poder ser capturada por la gravedad del planeta.
Juno, lanzada desde Florida hace casi cinco años, debía estar ubicada en el punto exacto, encender su motor en el momento preciso y mantenerlo funcionando durante 35 minutos para convertirse en la segunda sonda espacial que orbita en torno a Júpiter.
Si algo salía mal en cualquiera de esos pasos, Juno habría pasado de largo más allá de Júpiter, incapaz de completar su misión de 1.000 millones de dólares.
Una vez que comience su misión científica de 20 meses, Juno volará en órbitas en forma de huevo para captar imágenes a través de las gruesas nubes del planeta, mapear su colosal campo magnético e investigar su aplastante atmósfera en busca de evidencia de un núcleo interno denso.
La sonda también buscará agua en la atmósfera de Júpiter, un criterio clave para averiguar a qué distancia del Sol se formó el gigante gaseoso. reuters