Se trata de un proyecto de investigación y rescate cultural promovido con las comunidades indígenas que forman parte de la Red Sonidos de la Tierra en Presidente Hayes y Boquerón en el Chaco Paraguayo.
Esta labor se extendió por dos años con las escuelas comunitarias que integran la Red Sonidos de la Tierra, en la comunidad indígena Armonía del pueblo Ehlet sur o Enxet sur, en el distrito de Irala Fernández del Departamento de Presidente Hayes, además de la comunidad indígena Santa Teresita del pueblo Guaraní Occidental, en el distrito de Mariscal Estigarribia del Departamento de Boquerón.
Ambas comunidades están ubicadas en el corazón del Chaco Paraguayo.
El proyecto facilita a todos los paraguayos y al mundo, las partituras, grabaciones y un video resumen del proceso del rescate de las músicas ancestrales como parte del traspase intergeneracional de su cultural musical como pueblos indígenas.
La iniciativa tuvo su origen en el pedido de las propias escuelas de música, ante la necesidad de transcribir a notación musical (partitura) sus canciones y que éstas sean insertadas nuevamente en sus comunidades como parte de su repertorio orquestal y de ese modo facilitar el traspaso de sus melodías de una generación a otra.
El proyecto tuvo varias fases y estuvo a cargo de Ian Szarán, con el apoyo del coordinador artístico de Sonidos de la Tierra, Cirilo Burgos. Las recopilaciones de testimonios y canciones que han estado vivas en la memoria popular por mucho tiempo fueron realizadas en el 2022.
Entre las canciones recogidas, destacan La Luz y Jerusalén, ambas de carácter eclesiástico en su propio idioma, con melodías que pertenecen al cancionero moderno de la iglesia católica.
Otras cinco canciones pertenecen al Arete Guazú, como Arete Guasu pegua, Koja-Koja pegua y Toro-Toro pegua, de los guaraníes occidentales, son melodías acompañadas con caja y bombo, parecen tener origen andino, a sabiendas del pasado migratorio de los Ñandeva, es probable que se haya transmitido de generación en generación.
Arte Guasu pegua es la pieza central de la danza durante la celebración del mismo nombre y suena durante los tres días de la fiesta con la que los guaraníes reciben, agradecen y despiden las almas de sus ancestros.