Sonidos de la Tierra busca reactivar un proyecto del 2015, implementado conjuntamente con la Gobernación de Central, cuyo objetivo fue documentar la técnica de ejecución del fallecido maestro Efrén Echeverría, Kamba’i, y de esa manera formar a los “nuevos Kamba’i”, según palabras del maestro Luis Szarán.
Szarán, director de Sonidos de la Tierra, explica que con la muerte de don Efrén surgió el deseo de continuar con más talleres, teniendo al frente a profesores que trabajaron a fondo su estilo de punteo y rasgueo simultáneo.
Hoy están en la búsqueda de fondos para el pago de profesores y para becar a los participantes. El costo anual para implementarlo rondaría entre 70 y 80 millones de guaraníes, monto con el cual todos los músicos recibirían becas completas. “Estamos buscando apoyo financiero para seguir con este valioso programa, tanto en el sector privado como público”, indica Szarán.
proceso. El primer ciclo del proyecto contó con la participación de don Efrén y de los profesores Juan Vera y Toto González. Participaron 103 guitarristas a través de intensas jornadas de capacitación en las ciudades de Capiatá, Ypacaraí y Luque. Fueron 23 mujeres y 33 varones, además se sumaron integrantes de las orquestas H2O Sonidos de la Tierra del Departamento Central, a fin de unir a la ejecución instrumental de solista la experiencia en plano orquestal.
“Cuando cerramos el ciclo este grupo de jóvenes ya incorporó a su técnica este estilo y aprendieron el repertorio. En 2016 se cerró esa etapa, luego se trabajó en la grabación de un cedé. A mi cargo estuvo la dirección general y Elio Fleitas se encargó de la Dirección Académica así como la Dirección de Producción del Material”, explica.
El maestro y director orquestal agrega que el interés de los jóvenes “es muy grande” y motivador. “Realmente es un aliento que cada vez sean más los jóvenes que aman nuestro folclore y se interesen en estudiar y conocer su identidad más profunda. Vamos a esperar a las nuevas autoridades de la Gobernación de Central para ver la posibilidad de continuar en la misma línea de trabajo conjunto, y si es posible, ampliar a todo el país”, sostiene Szarán.
El proyecto está orientado a jóvenes con conocimientos de guitarra clásica. “Las sesiones se llevan a cabo en forma de talleres (individuales y grupales) hasta dominar la técnica, aprender el repertorio básico y conocimientos de composición para estimular la creación de nuevas obras. Se les enseñó la forma de ejecución (de Kamba’i), que es bien particular”, señala.
continuidad. Continuar con la iniciativa de preservar su técnica, dotar del repertorio a las nuevas generaciones y también motivar la creación de nuevas obras musicales es el objetivo que persigue hoy Sonidos de la Tierra. “Encontramos que la mejor manera de preservar la cultura tradicional es formando a los portadores vivos de esa cultura y efectivamente lo logramos”, sostiene.
Entre los numerosos alumnos del ciclo surgieron 18 composiciones, todas muy atractivas y de las cuales 10 formaron parte del repertorio del cedé que se produjo en homenaje a don Kamba’i.
Entre las composiciones destacadas figuran Rorype y Korochire, de Micaela Núñez; Ita Juru, de Juan Orihuela; Anga Mandu’a, de Marín Núñez Giménez; Andaluza y Pyhare Ara roype, de Doroteo González Echeverría; Pa’i Basilio, de Juan Vera, entre otros.
Un legado
Para el maestro Luis Szarán, la técnica dejada por Efrén Echeverría es muy original y muy práctica para el autoacompañamiento. “La misma era bastante usada por guitarristas en el Chaco, durante la Guerra, según Herminio Giménez. En 1980 pude conocer en Pilar a Ramón Silva, un viejo guitarrista que tocaba de la misma forma y, según nos decía, había aprendido de Agustín Barrios”, explica Szarán. Agrega que la forma de tocar nada cambia en relación a la guitarra clásica o popular, la diferencia se encuentra en la forma de afinar las cuerdas, que contribuye a simplificar la manera de puntear y autoacompañarse.