Si el río suena es porque piedras trae.
Si hay tantas quejas, por algo será. Por algo será que se quejan los residentes de Loma Grande y otras localidades. ¿De qué se quejan? De que en el lugar hay un olor insoportable. Periodistas que visitaron el lugar constataron que, efectivamente, se siente un mal olor, proveniente de unas chimeneas que echan sus gases al aire.
Son las chimeneas de la empresa Archer SA, inaugurada en octubre del año pasado, con la presencia del presidente Cartes. Supuestamente, se trataba de una inversión productiva, de las que contribuyen al progreso del país.
Sin embargo, existe también otra manera de ver las cosas: se trata de una empresa alentada por la propuesta de usar y abusar del Paraguay; si no se le exige, no tiene por qué cumplir con ciertas disposiciones ecológicas.
El mal olor, para seguir con el tema, no proviene solo de las chimeneas, que echan al aire Dios sabe qué, sino también de un líquido oscuro y fétido que sale de la fábrica, corre por un camino y termina en un arroyo del lugar. ¿Qué contienen ese arroyo pardo? No se sabe, pero los residentes del lugar se quejan de que, desde que comenzó a sentirse el mal olor, son demasiado frecuentes los dolores de cabeza, los problemas estomacales y la muerte de los animales domésticos. No es demasiado pedir que las autoridades hagan un estudio serio para saber qué es lo que se tira al aire y al agua.
A simple vista, sin necesidad de ningún estudio de rigor, la Seam ha constatado que el funcionamiento de Archer viola una ley ambiental, ¿será que la Seam va a hacer algo efectivo, en vez de dar recomendaciones, de las que se cumplen o no se cumplen?
¿Por qué permitió que la fábrica comenzara a funcionar en esas condiciones? No es difícil saber cuáles son los requisitos básicos para una fábrica de carburo de silicio. Un representante de Archer dijo que solamente emplean carbón de petróleo y arena del río, lo necesario para el carburo de silicio, pero ¿cuánta arena sacan y cuánta más piensan sacar? ¿Existe alguna evaluación de las consecuencias de la extracción de arena por un tiempo prolongado?
Por otra, el carburo de silicio es una sustancia que puede producir cáncer, según una investigación del Centro Internacional de Investigación del cáncer, una agencia de las Naciones Unidas. ¿Se tomó en cuenta esta investigación, que no es la única en ese sentido? ¿Se tomaron medidas para prevenir esa enfermedad?
Todo parece decir que no; que se permitieron la instalación y el funcionamiento de la fábrica sin pensar en las consecuencias, que parecen funestas para los del lugar. Lo peor del caso es que las consecuencias de la degradación ambiental solo se pueden evaluar bien a largo plazo, o sea, cuando el daño es mayor.
Espero que eso no ocurra en la zona de Archer; que los vecinos se movilicen y consigan que las autoridades actúen como deben actuar.