“Para cualquier argentino, Nápoles es el punto de llegada. Es una ciudad maravillosa, que encierra gran parte de la carrera del jugador símbolo de mi país”, afirma el centrocampista en una entrevista que publica hoy el rotativo romano “Corriere dello Sport”.
El argentino, que firmó este verano con el Nápoles por cuatro temporadas en un traspaso cuyo coste no fue revelado, asegura que se convenció “solo” para irse al club italiano y que lo eligió “consciente de la experiencia que iba a vivir”.
“Quería ir al fútbol italiano y al club que fue de Maradona”, insiste Sosa, que compartirá camiseta con su compatriota Ezequiel Lavezzi, de quien es amigo “desde que era un niño” y a quien considera “más bueno” que el francés Franck Ribéry, su ex compañero en el Bayern.
El futbolista, de 25 años, explica que Lavezzi ya le ha contado “las expectativas de la afición, su calor, las ambiciones de la entidad y la fuerza del equipo”.
El argentino considera que el Nápoles, que este año juega la Liga Europa, “es fuerte y está en disposición de vivir una gran temporada”.
“He venido para ganar y no distingo entre Liga y copas. Un futbolista, cuando sale al campo, lo quiere todo. Veremos lo que podemos ganar. Yo tengo que ganarme la estima de la gente y del entrenador, pero estoy dispuesto a cualquier cosa”, explica el jugador, apodado “El principito”.
Sosa, que reconoce haber encontrado en su camino “a jugadores extraordinarios”, dice que no tiene miedo a la competencia y cree que su paso por Nápoles es su “gran oportunidad”. EFE
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