–¿Cuál es su visión respecto al rol que debe desempeñar el MAG en la sociedad?
–En primer lugar yo estoy convencido de que el MAG debe recuperar su rol de ser un ministerio técnico, orientado a la producción.
–¿Cómo se perdió esa capacidad técnica?
–Se fueron perdiendo oficinas técnicas y, sobre todo, su capital humano orientado a cumplir este rol, ahora tenemos que apuntar a recuperar el capital humano del MAG y, sobre todo, orientar para dar verdaderos apoyos a los productores porque muchas veces nuestras políticas y nuestros apoyos iban más orientados como para ser un instrumento como para reducir la pobreza, donde fue cambiando el rol de nuestros propios técnicos, que son técnicos agrícolas y no técnicos especialistas en eso. Tenemos que tener nuestra orientación bien clara a los sectores productivos pequeños, medianos y grandes y sobre todo ir recuperando nuestros cuadros de técnicos que hemos perdido en los últimos años. Que se perdió porque principalmente los técnicos fueron a otras oficinas, a otras instituciones y otros se han jubilado y no hemos tenido una política adecuada de recambio de técnicos.
–¿A qué partido está afiliado?
–Siempre he trabajado en el Partido Colorado las veces que ha requerido mis esfuerzos. Estuve como delegado en las últimas elecciones en el Departamento de Paraguarí, pero siempre mi orientación fue técnica, no tengo aspiraciones políticas. Toda mi familia es orientada hacia el Partido Colorado, siempre fuimos de esa orientación.
–¿Qué opina sobre las iniciativas para gravar la exportación de granos?
–Eso sería un error, no solo se estarían violando normativas internacionales como aquellas que están previstas en la Organización Mundial del Comercio, de la cual Paraguay es socio y firmó el acuerdo en el año 95, también sería una medida que va a desalentar la producción en detrimento de los productores. Yo creo que más que crear ese tipo de instrumentos nosotros tenemos que focalizarnos en crear instrumentos para que la gente siga trabajando en el campo, la juventud tenga interés en seguir trabajando y los impuestos deben ser de acuerdo con las ganancias, a los beneficios que produce cada actividad, no al simple hecho de producir un grano; tampoco vamos a favorecer con esto a la industrialización, como tanto dicen por ahí, porque ningún sector de la economía puede crecer en detrimento de otro.
–¿Está a favor de la iniciativa que pretende exonerar de manera temporal el pago de canon de soja?
–Tenemos que tener en cuenta cuando analizamos eso que están los que son los aspectos genéticos o varietales, que se rigen por la Ley de Semillas, y están lo que son las tecnologías que llevan estas semillas, que son las que pagan los cánones o el uso que sería equivalente a los derechos de propiedad intelectual que tienen las semillas. Estos están protegidos por acuerdos internacionales, convenios en los cuales no sería correcto aplicar este tipo de medidas y lo más riesgoso es que desalentaría a que esta tecnología llegue al país y, por ende, a manos del productor y a la larga perderíamos el uso de esta tecnología, en detrimento de la pérdida de competitividad de ese sector; por eso, no creo que sea una medida correcta.
–En cuanto al sector frutihortícola, hay sectores que consideran que la acreditación fitosanitaria de importación no es la herramienta ideal para regular el mercado. ¿Qué opina al respecto?
–Estamos trabajando en otros instrumentos que nos permitan controlar el mercado de hortalizas. Nos interesaría que esto alguna vez fuera a través de la libre competencia, pero también tenemos en cuenta que el Paraguay es un país que ha venido haciendo bien las cosas, tenemos una moneda que tiene más de 70 años, eso nos permite tener una estabilidad, donde algunos sectores se ven favorecidos por eso, pero el sector frutihortícola generalmente tiene la debacle cambiaria o cuando hay una reducción tanto del real como del peso una pérdida de competitividad y eso hace que nuestros agricultores se queden muchas veces sin vender sus productos.
–¿En qué consiste específicamente ese nuevo instrumento de regulación de importación de hortalizas?
–Estamos viendo para tener licencias como se está haciendo en el sector industrial, que son las licencias previas de importación, como el caso del azúcar, u otros instrumentos que tenemos que discutirlo, no solo con el Ministerio de Industria y Comercio y Cancillería, para sacar un instrumento que nos permita coordinar el mercado con los países vecinos. Porque también tenemos que tener en cuenta que nuestro mercado es importante para la producción de países vecinos y que también nosotros tenemos mucha producción orientada hacia mercados, principalmente en Argentina.
–La presión desde Clorinda para el ingreso de tomate argentino a territorio paraguayo suele llegar a bloqueos de frontera. ¿Cómo está manejando esa posibilidad?
–Apelando a las buenas relaciones que tenemos con los países vecinos, a los cuales nosotros notificamos que vamos a tener una producción importante en determinada época, para que ellos también regulen sus envíos hacia el Paraguay o lo suspendan por el periodo en que nosotros tenemos producción, pero es un mecanismo de coordinación entre autoridades nacionales y extranjeras.
–Los productores paraguayos dependen de la importación de semillas. ¿Por qué el país no produce sus propias semillas hortícolas?
–No es solo en el sector hortícola que no tenemos producción de semillas y recurrimos a la importación. Tenemos que desarrollar nuestra industria semillera, también en los granos, muchos de los híbridos utilizados en maíz son importados, también mucha semilla de soja es producida todavía en otros países; también para el arroz necesitamos desarrollar la industria y en eso tenemos que trabajar en la legislación, la ley de semillas, y también mejorar nuestros esquemas de certificación para que podamos producir y que las semillas producidas acá puedan tener acceso a los diversos mercados del mundo.
Depende de que el Estado genere las condiciones normativas como legales y es una oportunidad de inversión para el capital privado. En algunos casos ya vamos a empezar a trabajar, eso hay que ver con los diferentes sectores, con los productores de semillas, con la industria de semillas, con el Senave, con la autoridad de aplicación y es un trabajo que en todos los países que han desarrollado esto llevó un periodo grande de discusión, pero hay que empezar a discutir estos grandes temas sectoriales de manera a que nuestro país también vaya avanzando en ese sentido.
–¿Qué factores influyeron para que Paraguay no haya logrado el autoabastecimiento en frutas y verduras?
–Es un esfuerzo conjunto entre el Estado y diversas instituciones reguladoras, productores, productores de semillas, instituciones de créditos que tenemos que ir trabajando de manera que nuestra brecha de producción nacional en los diversos cultivos se vaya reduciendo con relación a la demanda.
–¿Por qué en Paraguay no hay un plan nacional de horticultura que trascienda de los gobiernos?
–Estamos trabajando con instituciones y organismos internacionales en la creación. Porque el Ministerio de Agricultura tiene varios planes y proyectos que hacen más o menos lo mismo, pero que ahora queremos tener un eje articulador de esos programas que nos permitan desarrollar con más claridad y en el marco de eso tener un programa que sea abarcante y dentro de eso desarrollar los programas específicos, los diversos problemas en la producción nacional, como la producción frutihortícola, la producción de otros rubros, tenemos un plan para la yerba mate, otro plan para la producción de banano. Deberíamos pensar también en un plan de control de hormigas cortadoras, por ejemplo, que vienen afectando transversalmente casi a todos los cultivos, pero son grandes temas que deben ir siendo introducidos dentro de un gran plan que incluya la incorporación de tecnología, créditos, asociativismo, comercialización, abastecimiento y exportación.
–¿Está de acuerdo con alguno de los tres proyectos de seguro agrícola para pequeños productores que se analizan en el Congreso?
–Es una base que hay que discutir porque la autoridad donde rige es la Superintendencia del Banco Central. El Ministerio de Agricultura ya viene aplicando seguros para el pequeño productor, tenemos 30.000 productores asegurados, de los cuales ahora han cobrado G. 1.500.000 cada uno por daños climáticos, pero son instrumentos que merecen ser mejorados, merecen ir evolucionando y los problemas que tenemos en el seguro son principalmente a nivel de la formación que tenemos en el campo, necesitamos más información de los productores, más estaciones meteorológicas que den la información adecuada en un espacio más preciso, geográficamente, de manera que el costo de estos seguros puedan disminuir a nivel de los productores. Lo que quiero decir es que el seguro se viene aplicando ya desde hace varios años, es una cuestión de presupuesto para que sea más abarcante, pero sí hay que llevar a una discusión más grande y sobre todo con los actores adecuados, no solo con el MAG, sino con el Banco Central, que son las autoridades que rigen en la materia.
–Para el anterior ministro, Proders es un proyecto fallido. ¿Usted qué rescata de esa experiencia?
–Es un proyecto que ha sufrido varias modificaciones en el transcurso de su ejecución, seguramente en algunos lugares ha creado cierto impacto y seguro en otros no, por estas modificaciones que eran las visiones que se tenían coyunturalmente. Deja muchas lecciones aprendidas que ahora queremos replicar en el proyecto PIMA (Proyecto de Inserción a Mercados Agrícolas).
–¿Cuáles son los problemas que detectó?
–En los mecanismos de selección de los beneficiarios, en la aplicación de los recursos, donde tuvimos más dificultades y que los cambios planteados no eran cambios estructurales, sino puntuales, pero considero que es prematuro hablar de ello hasta que tengamos todos los informes de evaluación.
Perfil
Desde hace 30 años, Santiago Bertoni Hícar trabaja en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, donde también se desempeñó como ministro su padre, Hernando Bertoni, durante la dictadura stronista. Ambos son descendientes del botánico suizo Moisés Bertoni, quien a partir de sus investigaciones realizó una serie de publicaciones sobre la agricultura en Paraguay.
El nuevo ministro es el tercero en ocupar el cargo durante el gobierno de Mario Abdo Benítez. Es ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional de Asunción, pero también hizo varias especializaciones relacionadas con la bioseguridad, energía y explotación de gas.
Cumplió varias funciones de confianza en el MAG y este año fue designado viceministro de Agricultura, cargo donde estuvo alrededor de 6 meses.
Estamos trabajando en otros instrumentos que nos permitan controlar el mercado de hortalizas; nos interesaría que esto alguna vez fuera a través de la libre competencia.