Tras ser aplazado unas 24 horas a causa del mal tiempo, el lanzamiento de este jueves también se suspendió “debido al clima desfavorable”, informó en Twitter SpaceX.
“La oportunidad de respaldo (del lanzamiento) está disponible mañana”, añadió.
Es la segunda vez que se aplaza el lanzamiento de esta potente nave desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, para poner en órbita satélites de las compañías estadounidenses de telecomunicaciones Astranis y ViaSat.
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Los dos satélites serán puestos en órbita geoestacionaria, o sea, a unos 35.000 kilómetros de altitud sobre la línea ecuatorial, al cabo de unas cinco horas tras el despegue.
La carga principal de esta misión es el satélite ViaSat-3 Americas, de unas 12.000 libras (5.400 kilos) de peso y casi del tamaño de un autobús escolar, fabricado por la firma californiana de internet y comunicaciones ViaSat.
Viaja con ella el satélite de comunicaciones Arcturus de la firma Astranis, de poco más de 300 kilos de peso y que proveerá conectividad de alta velocidad en la región de Alaska y alrededores, de acuerdo con la compañía.
El Falcon Heavy consta de tres núcleos de cohetes Falcon 9 que forman un compacto propulsor que se eleva impulsado por 27 motores Merlin y con la potencia de 18 aviones comerciales.
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De acuerdo con la estadounidense SpaceX, el Falcon Heavy está considerado “uno de los cohetes operativos más poderosos del mundo” y puede levantar casi 64 toneladas métricas para ponerlas en órbita.
Este cohete de 70 metros de altura y 12 metros de ancho realizó su primer vuelo de prueba en 2018, cuando puso en el espacio un coche Tesla, al que le siguieron otros cuatro lanzamientos, el último de los cuales fue con la misión clasificada USSF-67 realizada en enero de este año por encargo de la Fuerza Espacial de EEUU.
El Falcon Heavy ha sido el cohete más poderoso construido por la compañía fundada por Elon Musk, un título que perdió tras el vuelo de prueba del Starship el pasado 20 de abril, y que explotó unos 4 minutos después de elevarse, cuando se hallaba a 39 kilómetros de altura, sobre el Golfo de México.
El Starship, de 120 metros de altura, vuela impulsado por 33 motores Raptor que le confieren una potencia tres veces superior a la del Falcon Heavy.