Mirna Evelia Barreto Cabral, soy oriunda de Horqueta y soy licenciada en Ciencias de la Comunicación y estudié en la Facultad de Filosofía UNA. Actualmente, me dedico a la docencia hace 21 años y pasé por todo un proceso dentro del periodismo, locución, televisión, redacción, pero me aboqué a la comunicación alternativa. Con una situación que marcó la vida en mi familia, me dediqué a escribir y este año lancé mi libro llamado Dejame que te escriba, en donde relato la historia del accidente que cambió la vida mi hermana y así poder inspirar a otras personas que están atravesando una situación similar.
Todo comenzó en el año 2017, mi hermana Nélida Elizabeth Barreto Cabral es la menor de entre todas las mujeres. Somos siete hermanas ella es licenciada en Obstetricia, era una chica brillante, inteligente, graduada con honores y muy dedicada en su profesión.
Cuando tenía 33 años recibimos la triste noticia de que padecía de cáncer y se le tuvo que extirpar un ovario, fue una situación muy difícil para ella porque anhelaba ser madre de nuevo, porque ella ya tenía dos hijos. Un día, ella me comentó un secreto muy entusiasmada, de que estaba embarazada a pesar del problema de salud que tuvo y estaba muy feliz con la noticia, ella solo me comentó a mí, y para mí fue algo realmente increíble y le brindé mi apoyo en todo momento.
GIRO DRÁSTICO
El 23 de febrero del 2017 ella se dirigía a un control médico prenatal en compañía sus dos hijos, al regresar desde Asunción a Horqueta empezó a llover y a generarse una inestabilidad climática, como no era un temporal muy fuerte, ella siguió conduciendo, según comentó mi sobrina.
Cuando llegaron al Puente Jejuí, que queda en el Departamento de San Pedro de Ycuamandyyú en el kilómetro 292, y a la entrada ella divisa un tronco que está en el camino y a querer desviarlo perdió el control del automóvil y cayó del puente unos 17 metros. Los niños por la gracia y la bendición de Dios salieron ilesos, prácticamente con lesiones muy leves, pero lastimosamente mi hermana no corrió con la misma suerte y se llevó la peor parte. Cuando ocurrió ese terrible accidente ella estaba con nueve semanas de embarazo. Afortunadamente, una patrullera venía detrás de ellos y ellos descendieron para poder auxiliarle a mi hermana y sobrinos.
Un policía le llevó a los chicos de los brazos y mi sobrino el más grande como no podía caminar tuvo que arrastrarse 17 metros para subirse a la patrullera y luego se fueron hasta el Hospital de Trauma.
Tuvieron que realizarle respiración asistida y fue bastante larga la agonía de nuestra familia en esa espera. Luego se le trasladó a IPS, en donde se le realizaron cinco operaciones de la cabeza porque estaba con traumatismo cerebral grave y ella quedó en estado de coma.
Los doctores nos decían que el bebé que ella estaba esperando iba a salir con una mala formación en sus extremidades o con algún problema físico, con problemas neurológicos y nosotros ya estábamos preparados prácticamente para lo peor.
Mateo, así le llamamos a mi sobrino, creció en el lado derecho de la pancita de su mamá porque fue el lado izquierdo que se llevó la peor parte, cuando se le hizo la ecografía, el niño estaba perfectamente bien.
CREACIÓN DEL LIBRO
Con mi mamá y hermanas nos quedábamos a cuidarle a mi hermana en el Hospital Central de IPS y nos quedamos en el quinto piso. Recuerdo bien que el número de la sala era 503 y estábamos casi cinco personas ahí. Empecé a hacer una analogía de la vida, todas las vivencias en el hospital y ver a mi hermana en ese estado me hizo abrir un blog personal y empecé a escribir sobre ella todos los días.
Llamé a mi libro: Dejame que te escriba, como diciéndole a ella, porque yo la observaba. Ella lucía todavía tan normal, así, tan linda y toda la tristeza le invade a uno cuando ve a su ser querido en esa situación. Diariamente, hasta las 04:00 de la mañana y yo seguía escribiendo, mientras que mis familiares estaban dormidos yo seguía escribiendo, era una forma de poder comunicarme de alguna forma con ella.
NACIMIENTO DE MATEO
Ya en el año 2018 nos comunicaron que mi hermana empezó a sentirse mal y nos comunicaron los médicos que ella estaba en proceso de parto. A las 02:24 del viernes 11 de agosto tras una cesárea nació Mateito, él es un verdadero milagro, porque nadie creyó que sobreviviría, y lo mejor de todo es que nació completamente sano, sin ninguna complicación en su salud.
Mi hermana pudo despertar del coma, pero sigue en en estado de traumatismo secuelar, es decir, ella continúa en cama y no habla y solo nos escucha, pero tenemos esperanza de que alguna vez puede volver a hablar, nunca hay que perder la fe.
Con este libro lo principal que yo quiero transmitir es la lucha que muchas personas llevamos cuando se enferma uno de nuestros seres queridos y atraviesan mucho tipo de dolores y batallas.
También quiero contar que las personas que vivimos esta situación tenemos otra visión de la vida y mantenemos la fe y la esperanza que es lo que nos mantiene en pie. Lo que más destaco, a pesar de la situación, es la fortaleza que tiene la familia para atravesar una situación difícil. Lo primordial es el amor de la familia y con Mateo somos testigos del amor de Dios y del milagro que hace el Señor en nuestras vidas.
