“Desde febrero hasta ahora se registraron solamente 12 a 15 exclusiones de hogar, en donde se le echó a la mujer de la vivienda, el resto quedó en un oparei, hasta hoy día hay hombres que sufren maltratos sicológicos, otros maltratos físicos, otros están en la calle”, expresó Cristian Paniagua, presidente de la organización Kuimba’e Aty, en comunicación con ULTIMAHORA.COM.
Dijo que hay 370 presos en la penitenciaría de Emboscada por casos de violencia doméstica cuyos expedientes se encuentran varados por carecer de dinero, mientras que otros 270 hombres están en el penal de Tacumbú por prestación de alimentos.
Paniagua lamentó que no haya una institución para el hombre en donde puedan recurrir para ser orientados cuando son víctima de algún tipo de violencia intrafamiliar.
“Se nos ríen, se burlan de nosotros, nos discriminan, por ser hombres tenemos que aguantarnos todo y no es así, o si hacés mal nos vamos a la cárcel, necesitamos un lugar, un espacio en donde podamos recurrir como cualquier institución”, señaló.
Dijo que hay asociaciones para perros, gatos, lesbianas y travestis y que no existe para los hombres una organización en donde puedan ser resguardados y orientados.
Hombre golpeado con sus propias muletas
Un hombre denunció este miércoles haber sido agredido por su esposa con sus propias muletas. La mujer tendría una orden judicial para abandonar la vivienda, pero la misma se negaba a salir del domicilio.
El problema se habría iniciado porque el marido descubrió a su esposa en un supuesto hecho de infidelidad, razón que habría generado el enojo de la mujer, que lo agredió con las muletas, ocasionándole una lesión en la pierna fracturada.
El hombre explicó que meses atrás tuvo una lesión tras un accidente vehicular, por lo que se encontraba usando las muletas. Según indicó, los problemas familiares habrían iniciado muchos años atrás y durante ese tiempo venía soportando no solo agresiones verbales sino también físicas.
La persona afectada también denunció discriminación por parte de los agentes policiales, quienes se habrían burlado del hombre y de la situación cuando este fue a denunciar su caso. Cuestionó el actuar de los agentes que no hicieron cumplir la orden por el hecho de tratarse de una mujer y mencionó que hubiese sido diferente el actuar de los oficiales si la agresión hubiese provenido de un hombre hacia una mujer.
Finalmente, los agentes de seguridad, acompañados de la víctima y su abogado, fueron hasta el domicilio del denunciante, donde encontraron que la vivienda se encontraba con candados cambiados, por lo que tuvieron que forzar las cerraduras para proceder a sacar a la mujer de la casa.