El arquitecto Miguel Segovia, jefe regional de esta dependencia del Estado, detalló que el proceso de mediación sigue siendo la herramienta principal para resolver estos conflictos. Las empresas denunciadas reciben una primera notificación invitándolas a comparecer en una audiencia.
Si no acuden, se emite una segunda notificación, que de ser ignorada da lugar a un informe elevado a la Dirección de Fiscalización para una eventual intervención. Sin embargo, el arquitecto reconoció que este procedimiento es largo y burocrático, lo que genera frustración entre los trabajadores afectados.
A pesar de las críticas, Segovia destacó que la mediación tiene un alto índice de efectividad. “Casi el 80% de las denuncias se solucionan antes de llegar a instancias judiciales”, afirmó.
Esto responde –dijo– a que ambas partes prefieren evitar los costos y el tiempo que conlleva un juicio laboral.
Los trabajadores que denuncian no incurren en gastos, salvo que decidan contar con representación legal adicional. El Ministerio del Trabajo dispone de profesionales para asesorarlos gratuitamente durante el proceso.
“Este enfoque evita que los conflictos escalen innecesariamente, y en la mayoría de los casos, se resuelven en un plazo de una semana a diez días”, explicó Segovia, aunque admitió que persiste el temor entre los empleados a represalias de sus empleadores. WF