Hasta este domingo, miles de fanáticos de los cómics, el cine, los videojuegos, la literatura fantástica y las series de ficción son esperados en el Paseo Marítimo de Algés, a las afueras de la capital lusa, donde la convención se ha trasladado este año tras cuatro ediciones en Oporto.
Tras superar los 100.000 visitantes en 2017, la Comic Con lusa espera mejorar esta cifra con un espacio al aire libre más grande que en la última edición, ya que ha pasado de ocupar 65.000 metros cuadrados a alcanzar los 100.000.
La idea, según los propios organizadores, es implicar a la propia industria dentro del recinto, donde es posible fotografiarse junto a un enorme dragón de Juego de tronos, pasear entre los zombies de “The Walking Dead” o incluso meterse en el ataúd que promociona la película de terror La Monja.
Ni siquiera las nubes y la amenaza de la lluvia han impedido que desde el jueves los fans se hayan dedicado a probar videojuegos, caracterizarse como sus personajes favoritos en un espacio dedicado al cosplay o entrenar en la agencia de S.W.A.T -la serie más vista en Portugal en 2017-, en una experiencia que para algunos de ellos supone la primera vez.
“No había venido nunca, por eso no sabía qué esperar. Mi hermana me ha arrastrado hasta aquí y me está gustando mucho”, explicó a EFE Susana, una joven portuguesa disfrazada como la heroína Lara Croft (Tomb Raider) porque se identifica con el personaje.
Para los que repiten, es inevitable comparar esta edición con la de otros años, como es el caso de Miguel, un joven de Lisboa que acudió a la convención por tercera vez junto a su novia y sus amigos, esta vez vestido de Kame Sennin, un personaje de la serie Dragon Ball.
“Es positivo, el espacio es más grande y estamos más a gusto”, dijo a EFE, ante quien reconoció que sí está algo “decepcionado” con el contenido de la feria y esperaba un programa con actores “un poco más conocidos”.
Las estrellas de este año son actores como el sueco Dolph Lundgren (Rocky IV), el estadounidense Dan Fogler (Animales fantásticos y dónde encontrarlos), el británico Nicholas Hoult (X-Men) y la australiana Dichen Lachman (The 100 y Agents of S.H.I.E.L.D).
Los asistentes pueden acudir a paneles donde hacer preguntas, conseguir autógrafos o fotografiarse junto a estos actores, así como salir del recinto con un cómic firmado por renombrados autores como los estadounidenses Chris Claremont y Mark Waid y el brasileño Mauricio de Sousa.
Gran parte del recinto está dedicado a los expositores de ediciones especiales de libros y cómics, figuras de acción y otro tipo de coleccionables, donde se juntan desde tiendas ampliamente conocidas entre los aficionados a la cultura pop hasta pequeños artistas locales.
Uno de ellos es Kingpin Books, una tienda de Lisboa del mundo del cómic que no se ha perdido ni una de las ediciones de la Comic Con portuguesa y que tiene buenas expectativas de este primer año en la capital, para el que, entre otros eventos, ha organizado sesiones de firmas de autógrafos con el mexicano Tony Sandoval.
“Lisboa es una ciudad de dimensiones mayores que Oporto y la cantidad de personas que hay es superior. Contamos con que pueda haber más gente. Se ha hecho mucha publicidad alrededor del evento, por lo que creo que tiene todo para ser un éxito”, refirió a EFE el dueño, Mário de Freitas.
Aunque en el recinto abundan los jóvenes, los niños también tienen su espacio en la Comic-Con Kids, con estrenos en exclusiva de series de animación, figuras Lego y lecturas de libros infantiles.