Las clausuras se realizaron debido a que las clínicas operan sin habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) y las suspensiones fueron porque no tienen registro en la Superintendencia de Salud. En otros casos, pese a contar con los permisos correspondientes realizan actividades que no pertenecen a sus competencias, esta es otra irregularidad, según explicó el superintendente de Salud.
La clausura implica que no puede atender a usuarios ni trabajar en el ámbito administrativo, al contrario de la suspensión en la que se prohíbe la atención al público, pero pueden operar en el ámbito administrativo.
Tras el operativo, algunas clínicas privadas, laboratorios y otros regularizaron sus documentos y fueron rehabilitados nuevamente de los cuales 10 a 12 de las suspendidos volvieron a abrir y atender a los pacientes. El objetivo de la campaña es que las empresas prestadoras de servicios de salud regularicen su situación.
“La intención de la Superintendencia (de Salud) no es clausurar y cerrar un local y dejarle a la gente sin trabajo, es más, nuestra intención es que se regularicen y se formalicen y la ciudadanía tenga la posibilidad de acceder a los locales que están regularizados y formalizados”.
MÁS CONTROL. La Superintendencia de Salud anunció que los controles seguirán y que las próximas entidades prestadoras de salud que se verificarán serán aquellas instaladas en el Departamento de Central.