Por eso digo, y repito, con la Ley Bases de Argentina, la mano invisible, que no requiere de ley, la quieren imponer por medio de una ley. La esencia de la propuesta del presidente Milei, que se la acaban de aprobar en el Senado, es tener una Constitución’i, propia, que responda a su cosmovisión libertaria, y que sea de amplio espectro para cambios rupturistas. En el Derecho Administrativo, que mal puedo entenderlo, este tipo de ley delega al Poder Ejecutivo, dentro del Gobierno de un país, la habilitación para que apruebe decretos legislativos. Es decir, el Gobierno puede empezar a emitir decretos que se equiparan a normas legislativas. Es un marco general taylormade, hecho a medida, para la cabeza de Milei.
La mano invisible
En el centro de la Ley Bases y de Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, tal como se la denomina, se propone desregular el mercado y dejar que el libre juego de la oferta y la demanda equilibre los intereses egoístas de la gente. En especial, para acabar con el desorden corrupto, ambicioso e individualista de la casta, encabezada por el peronismo de los K que, contradictoriamente, se decía colectivista. El foco de la propuesta de valor en campaña de Milei era recuperar el triple equilibrio fiscal, monetario y cambiario para que, al generarse así expectativas optimistas sobre el futuro, la ambición libertaria, por medio de la inversión y del empleo, genere riquezas y las distribuya.
El mito fundante del liberalismo político y de mercado dice que todos quieren maximizar beneficios individuales, y que, al hacerlo, de modo mágico, gracias al dios invisible llamado mercado, se puede llegar al beneficio colectivo. Ese es el mantra. Ergo, la magia sin regulación alguna vendrá por el imperio de la Ley Bases. Como Dios es perfecto, Milei le llama las fuerzas del cielo, el mercado también. Luego, sin las imperfecciones del libre juego de oferta y demanda todos van a salir ganando. Justamente, la mente brillante en la Teoría de los Juegos de John Nash, sin embargo, dice que la mejor decisión individual puede llegar a ser la peor grupal. Pero ese es un tema para otro momento.
Microsistemas
En enero, apenas asumido Milei presentó su Ley Ómnibus con más de 650 artículos que se la rechazaron en sus principales enunciados. El presidente retiró su propuesta. En abril, luego de negociar, presentó una nueva norma con 232 artículos que se la aprueban en Diputados. Esta versión, la primera ley que la pasa el Gobierno libertario, aprobada ahora por el Senado, va a volver a Diputados para ser ratificada o de nuevo modificada. La nueva ley argentina, que todavía debe ir para la aceptación, o no, de Diputados de las modificaciones de los senadores, y por el veto o no del presidente, es como una pequeña Carta Magna que busca transformar algunas cuestiones raíz de la vida nacional argentina. Los temas tratados en la ley, si bien son transversales, tienen influencia específica para subsanar problemas urgentes en determinados microsistemas. Para eso, en la misma Ley Bases, en algunos de estos microsistemas, por ejemplo, se decreta emergencia pública: En materia administrativa, económica, financiera y energética.
Esto significa facultades delegadas por el Legislativo al Ejecutivo nacional por un año, superpoderes, con competencias extraordinarias en esos cuatro microsistemas. Es como que el Legislativo paraguayo decrete emergencia energética, algo que debería hacerlo algún Milei paraguayo, para intervenir de cuajo a la ANDE y dictar decretos leyes alrededor del sistema energético nacional. Eso es así debido a que la entidad paraguaya de energía es un desastre. No ha reinvertido nada en su red infraestructural. Tiene un déficit enorme. Tiene una tarifa política, según su mismo presidente confesando sus pecados. Además de las conexiones clandestinas en los asentamientos, clientes políticos de las seccionales y de muchos legisladores, permite el robo de energía en la criptominería mientras se le corta la energía, sobre todo en verano, a toda hora, por falta de infraestructura y por corrupción, etcétera, dejando sin electricidad a todo el aparato económico paraguayo, conspirando contra la productividad misma de los generadores de riqueza. Eso. Acá nadie se animaría, porque algunos legisladores y ministros aparecen sospechados como supuestos dueños de terrenos donde a veces se incautan computadoras para crear criptomonedas. Milei pretende cortar la propia carne y arriesgar la propia piel, cosa que Peña jamás intentaría, porque el superhombre no reside en su persona.
El poder de Superman que recibe Milei no es absoluto. Durante el tiempo de facultades delegadas, un año, el presidente puede legislar por decretos, pero estos deben ser verificados, de nuevo, por una Comisión Legislativa que controla los decretos de necesidad y urgencia.
Conclusión
Lo que el Senado le aprobó a Milei es una Ley Bases y un Paquete Fiscal. Sobre la propuesta original se sumaron 45 modificaciones. En total son 29 en la ley y 16 en el paquete. En el primer artículo quería declarar emergencia pública en once dimensiones o microsistemas. Recortaron a cuatro. Había un articulado que pretendía muchas y grandes privatizaciones. Se tuvo que negociar la excepción de Aerolíneas Argentinas para poder privatizar varias empresas estatales.
Los puntos de partida para la libertad de los argentinos son los siguientes:
Desregular el Estado: Se iba a intervenir eliminando normas e instituciones que actuaban como órganos reguladores de las más variadas de las actividades. Se tuvo que limitar esta facultad exceptuando a quince institutos que no se podrán disolver, como aparentemente se pretendía.
Empleos públicos y privados: La motosierra que pretende eliminar cargos públicos, puestos en disponibilidad le dicen –incluyendo a los ñoquis o planilleros, que ya eliminó a quince mil funcionarios y pretendía ir hacia los setenta mil como mínimo que se quería– no va a funcionar cuando el empleado público esté con licencia por enfermedad, embarazo y matrimonio. No se pueden cobrar cuotas sindicales a los no afiliados. El que toma un establecimiento, una fábrica o bloquea accesos a lugares de trabajo pueden ser despedidos por justa causa.
Exenciones como incentivos: Impositivamente quedó como nula toda norma provincial que se oponga al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Deben contratar a trabajadores locales. Y los dividendos y utilidades pueden ser repatriados incluso luego de los tres años. Amplían los plazos.
Paquete fiscal: Con excepción de las criptomonedas, todo se puede regularizar, blanquear. Todos pueden mostrar lo que tenían escondido o bajo el colchón, excepto funcionarios públicos y sus familiares. A la casta no se le permite volver legal el dinero malhabido. La alícuota de lo blanqueado decidieron subir del 0,5% al 0,6% y todos los evasores están contentos. También hubo un incremento del 22% en el mínimo no imponible a las ganancias en provincias específicas que cuentan con estos beneficios. Es decir, se permiten más deducciones. El monotributo social quedó con un mínimo para jubilación y la obra social para salud será optativa.
En resumen, el presidente argentino ya tiene su ley en modo Kryptonita. Esperemos que cambie a la Argentina. Gritó y sus ciudadanos ahora le dan superpoderes algo condicionados. Vamos a ver hasta cuándo le tienen paciencia con la recesión. Milei será Superman por un año dentro del imperio de la ley. En Paraguay tenemos el nuestro, por fuera de ella, con plazos y con poderes ilimitados. No cambia ni deja que nadie cambie nada. Es la mano invisible por detrás del Ejecutivo y de todos los poderes del Estado. Tiene licencia para todo actuando con toda la libertad que quiera, aunque, sin poder salir del país. Es la única excepción. Acá nadie se atreve a gritar: ¡Viva la libertad, carajo! Saludos cordiales.