En el territorio social Los Mangales, conocido como Barrio Chino, de Coronel Oviedo, donde la cantidad de jóvenes adictos se multiplican a diario, vecinos cansados de los hechos de robo levantaron una caseta policial para resguardar a los pobladores.
Los consumidores más conocidos como “chespis”, molestos por la detención de uno de los integrantes del grupo, atacaron la caseta policial y también a vecinos que forman parte de la comisión organizada.
De acuerdo a la versión policial, el momento del ataque con cascotes fue cuando dos uniformados apostados en el lugar tuvieron que trasladar al joven detenido hasta la Comisaría Jurisdiccional para la identificación del mismo.
La violenta reacción y las amenazas contra integrantes de la Comisión Vecinal produjeron una situación de zozobra.
La intensificación en el control de personas de parte de la Policía Nacional en el referido barrio provoca el malestar de los adictos y microtraficantes que ven obstaculizados sus movimientos, sobre todo en horario nocturno.
El consumo de crac convirtió a Los Mangales en un territorio peligroso para transeúntes y vecinos. Los robos domiciliarios se convirtieron en el pan de cada día, según pobladores del territorio social.