El Gobierno pro Pekín de Hong Kong dejó en suspenso ayer el proceso de aprobación de la ley sobre extradiciones a China, retrocediendo ante las masivas manifestaciones de la oposición, que decidió mantener la movilización hasta la retirada total del texto.
“El Gobierno decidió suspender el proceso de enmienda legislativa para reactivar nuestra comunicación con todos los sectores de la sociedad, trabajar más y escuchar los diferentes puntos de vista de la sociedad”, declaró Carrie Lam, jefa ejecutiva del Gobierno.
Sin embargo, poco después, los líderes de las protestas indicaron que mantendrán la manifestación prevista el domingo, pese a la paralización del proyecto de ley. “Tenemos que decirle al Gobierno que la gente de Hong Kong persistirá y mantendrá sus protestas hasta que el Ejecutivo retire la ley”, afirmó Jimmy Sham, del Frente civil de Derechos Humanos.
En 1997 el Reino Unido traspasó la soberanía de esta colonia a China, con un estatuto político y económico especial. Este territorio, un centro financiero internacional, sufrió el miércoles escenas de gran violencia cuando las fuerzas antidisturbios dispersaron con gases lacrimógenos y balas de goma a decenas de miles de manifestantes. Tres días antes, una manifestación gigantesca, de un millón de personas, pidió la supresión de la ley que, según sus detractores, dejaría a la población a merced del sistema judicial de China. AFP