Según comunica el Arzobispado, una vez informado sobre el “escándalo”, el arzobispo Edmundo Valenzuela se constituyó en la oficina de Guerrero y le exigió su renuncia como encargado de la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Además, se procedió a la suspensión “ad cautelam” del mismo.
El sacerdote Nelson Acosta, vicario judicial del Arzobispado, dijo a Última Hora que el prelado no puede oficiar misa. “Él fue enviado a su casa”, señaló.
La suspensión del sacerdote se da en tanto duren las investigaciones del caso. Guerrero se expone a ser suspendido por tiempo indefinido en caso de comprobarse el hecho.
“No sabría decirte las circunstancias o cómo llegó la información, pero sí aclaramos que fue entre personas adultas”, dijo al respecto el vicario judicial.
Mario Guerrero Riveros cumplía funciones como párroco en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. El pasado 14 de junio fue suspendido.