El primero, catedrático de la Facultad Politécnica de la UNA y ex secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), indicó que “la suspensión de las negociaciones no es deseable”. Sin embargo, admitió que “se comprende perfectamente la reacción del Gobierno paraguayo, puesto que no están dadas las condiciones para continuar hasta tanto se reciban, a satisfacción, las aclaraciones del Gobierno brasileño sobre las acciones de inteligencia que se llevaron a cabo en contra de nuestros intereses”.
A su turno, Cáceres, ex gerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), advirtió que esta suspensión al único que le beneficia realmente es al país vecino, “porque el statu quo , así como está el Anexo C, es muy beneficioso para Brasil”. “El espíritu de la revisión, desde la óptica paraguaya, siempre fue buscar mayores beneficios para nuestro país. Entonces, eso solamente en una negociación (se consigue)”, subrayó.
Además, recordó que siempre hubo esperanza en la revisión del Anexo C, para revisar también el tratado e incorporar otras figuras, como la libre venta de la energía paraguaya en el mercado brasileño. “Si bien ellos habilitaron, pero lo hicieron para el mercado libre, que es el mercado que tiene el menor precio dentro del Brasil. A nosotros nos interesaría también entrar en el mercado de oportunidad, en ese mercado donde podés ingresar, en ese mercado de corto plazo, donde el precio es mucho más alto, y podés sacar mayores beneficios”, indicó Cáceres.
Insistió que “hay muchos temas que son todavía interesantes”, pero estos van desapareciendo a medida que pasa el tiempo, porque Paraguay va consumiendo cada vez más parte de sus excedentes, y si Brasil ya no compra la energía paraguaya, “entonces allí prácticamente ya no hay grandes beneficios para Paraguay”. “Mientras exista esa iniquidad, sí hay beneficios, y el tiempo está en nuestra contra”, aclaró.
TEMAS. A su vez, Oxilia Dávalos afirmó que “esta situación de suspensión no nos conviene a nosotros”. Citó que hay temas que son muy relevantes para nuestro país y están pendientes, como el posible incremento de royalties, utilidades, resarcimientos y compensación por cesión de energía. Además, concordó que otro punto es el relativo a la venta de energía (adicional a la de Itaipú), de manera inmediata, “al ambiente de contratación libre del mercado eléctrico brasileño”, para analizar “lo que es o no conveniente en esta modalidad de venta (el mercado manda en lo que se refiere a precios)”. Igualmente, se debe conversar sobre la venta libre de energía paraguaya de Itaipú, “posterior a 2026, al mercado eléctrico brasileño (aquí se abren varias posibilidades, inclusive continuar con la venta a ENBPar)”; y las “condiciones de contratación de la energía (potencia, en realidad) de Itaipú por parte de la ANDE”, considerando que la estatal posee condiciones más favorables hasta el 2026.
El doctor Victorio Oxilia Dávalos también consideró que corresponde una investigación interna para verificar si la información del Estado paraguayo estuvo vulnerable a ataques de hackeo cibernético entre junio de 2022 a marzo de 2023, así como en periodos más recientes. “Se debe entender que estas denuncias (que se originaron en Brasil) no contribuyen para que se tengan condiciones de confianza en las negociaciones”, opinó. En este sentido, Fabián Cáceres expresó que es cierto que se rompió la confianza, “pero hay que tener en cuenta que en este tipo de negociaciones cada uno defiende los intereses de su país, independientemente de la confianza que pueda existir”.