Martens explicó que en Tacumbú se mueve una enorme cantidad de dinero, donde solo con las salas vip, que son unas 22, se recauda USD 10.000 mensual por cada una, es decir, USD 200.000.
Además, dijo cada fin de semana se venden entre 3 a 4 kilos de cocaína, lo que en el mes representan unos 20 kilos, que es tanto para el consumo interno, como también para la redistribución de los que van a comprar de la cárcel por ser más barato.
Según un cálculo, se recaudan unos G. 250 millones semanales, que van a parar tanto en manos de Rotela, como de autoridades penitenciarias y judiciales.

El propio Barchini dijo que no puede hablar en su oficina porque se entera el clan Rotela.
Funcionarios sobornados
El especialista dijo que se debe abordar el complejo problema de Tacumbú y del sistema penitenciario con personas preparadas, a través de datos empíricos.
Indicó que deben ponerse de acuerdo el Ministerio Público, Poder Judicial al respecto de cualquier acción que se vaya a tomar sobre el futuro de Tacumbú y Rotela.
“Estos funcionarios públicos, mal pagados, forman parte del clan Rotela y deben ser abordados como tal. Hay que perder esta retórica sin contenido y sin acción que hacía Barchini”, dijo.
Igualmente, instó a elaborar un plan. “Se debe tener un plan y ejecutarse de manera inteligente y equilibrada para no hacer que se genere mayor descontento en el sistema penitenciario. Todo intento de reestructuración de este sistema va a generar complejidades. A cuatro días de la crisis que tuvimos, nadie da información cierta, los hechos se desmienten y a este paso será muy difícil avanzar con la recuperación de la soberanía en los penales”, insistió.
Orfandad del Estado
El criminólogo expuso que hay internos que no tienen nada que comer en el sistema penitenciario y son alimentados por Javier Rotela, quien paga por unas 1.000 tortillas diarias para alimentar a los reclusos.
“Cuando dejas sin comida y sin salud a los internos, esa orfandad del Estado, es cubierta por Javier Rotela. No es solo un criminal, suple al Estado en derechos”, sostuvo.
Finalmente, dijo que el problema pasa por la violación estatal y el gran poder económico que tiene Rotela, que no se sabe hasta qué nivel de la estructura llega su distribución. “Por lo que vimos en las últimas semanas que en el corazón del Ministerio de Justicia también tiene poder y lo compra a través de la política o el crimen organizado”.