La jueza penal de Central Silvana Luraghi, quien manejaba el caso del ciudadano argentino Luis Héctor Morínigo Cantero, quien debía cumplir una pena total de 30 años de cárcel en Tacumbú, manifestó que en la víspera emplazó al penal para que enviara un informe acerca del caso.
El último miércoles, siendo las 16:00, le dio dos horas de tiempo para que remitiera los detalles de bajo qué circunstancias fue liberado el recluso.
“Estas son las horas en que ya van a ser 24 horas y todavía no tengo respuestas”, manifestó a NPY en la mañana de este jueves.
La magistrada señaló que desconoce cómo se dio la liberación del hombre, que ya estaba 13 años en reclusión y le faltaban 17 años más. Explicó que es un reo que posee tres condenas por hechos punibles contra la autonomía sexual de la persona, de las cuales ya cumplió dos y le queda una.
“El Ministerio Público se va a abocar también a la investigación para ver si se configura o no en un hecho punible porque se trata de un interno que recién en 2040 tenía que salir en libertad”, remarcó Luraghi.
El recluso fue acusado por una serie de violaciones a mujeres en la ciudad de Itá, del Departamento Central, y su captura se produjo en 2010.
De acuerdo con la jueza, el Ministerio de Justicia también ya abrió un sumario administrativo contra los funcionarios penitenciarios que habrían estado involucrados en la extraña liberación del ciudadano argentino.
El 24 de marzo pasado fue la última vez que el recluso se presentó ante Luraghi para una audiencia por un tema de redención, que se volvía a llevar adelante porque la primera vez fue rechazada.
La liberación se habría dado después, entre marzo y abril, según la magistrada.
“Pero Tacumbú tenía pleno conocimiento de que esa persona tenía audiencia, que yo manejaba esa causa y lo pusieron en libertad”, reclamó públicamente la representante del Poder Judicial.