Este será el primer viaje de un asesor de Seguridad Nacional estadounidense a China en ocho años, y el primero de Sullivan, quien mantendrá su quinta reunión con el canciller chino, Wang Yi. La visita, programada desde hace meses, se llevará a cabo entre el 27 y el 29 de agosto.
Ambos países tendrán a Taiwán entre sus prioridades: la Casa Blanca había avanzado que plantearía su “preocupación” por el “aumento de la presión militar, diplomática y económica” sobre la isla, y Pekín indicó hoy que presentará “exigencias firmes” acerca de esa cuestión ante los emisarios estadounidenses.
“La ‘independencia de Taiwán’ es el mayor riesgo para la paz y la estabilidad en el Estrecho Taiwán. Estados Unidos (...) debe cumplir con su compromiso de no apoyarla”, apuntó el portavoz de Exteriores, citado por el rotativo oficial Diario del Pueblo.
Tras la toma de posesión de William Lai -calificado de alborotador por China- como presidente taiwanés en mayo, China ha estrechado aún más su cerco militar en torno a la isla, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por las autoridades de Pekín como una “provincia rebelde” para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.
Una “encrucijada trascendental”
China también protestará por las “medidas desproporcionadas” tomadas por Washington en materia de aranceles comerciales, controles a la exportación, revisiones de inversiones o sanciones unilaterales, y reclamará que EEUU “deje de politizar y convertir en cuestiones de seguridad asuntos económicos y comerciales”.
“Estados Unidos sigue conteniendo y reprimiendo a China, y China ha respondido con determinación”, apuntó el portavoz, quien aseguró que “la competencia entre grandes potencias” no resolverá los problemas de EEUU y del mundo y calificó de “acusaciones sin fundamento” la noción de que China es una amenaza para el orden internacional.
Si bien el funcionario de la Cancillería china reconoció que la visita de Sullivan es un “paso importante” en la comunicación entre ambas potencias, también incidió en que los lazos bilaterales “están todavía en ante una encrucijada trascendental para su estabilización”.
Wang y Sullivan no solo tratarán cuestiones bilaterales sino también conflictos globales como el de Ucrania, una cuestión sobre la que Pekín exigirá que “Estados Unidos deje de imponer sanciones unilaterales y jurisdicción extraterritorial, y que pare de difamar, culpar y presionar a China” por sus cercanos lazos con Rusia.
Acerca de Palestina, Pekín llama a Washington a “escuchar las voces de la mayoría de la comunidad internacional y tomar una postura responsable” para lograr un alto el fuego permanente.
Otra de las cuestiones que trató el funcionario fue la tensión en el mar de China Meridional, donde se solapan las reclamaciones territoriales de China con las de otras naciones como Filipinas, un asunto sobre el que “los países de fuera de la región deben abstenerse de (llevar a cabo) acciones que provoquen enfrentamientos o exacerben las tensiones”.
Fuente EFE.