“Según información de fuentes fiables, el oficial de la Marina (de Estados Unidos) Joshua Mast ha arrebatado a la fuerza a sus parientes a la única hija que quedaba de una familia fallecida en un bombardeo en Afganistán”, indicó el Ministerio de Exteriores de los talibanes en un comunicado.
Según los fundamentalistas, que llegaron al poder en Afganistán en agosto del 2021 tras la retirada estadounidense del país, Mast “la ha registrado como miembro de su propia familia en Virginia”.
Las autoridades de los talibanes denunciaron lo sucedido como “preocupante” e “inhumano”, y aseguraron que “perseguirán seriamente el caso con las autoridades estadounidenses para que la niña sea devuelta a sus familiares”.
El comunicado de los talibanes se suma a la denuncia presentada por los familiares de la bebé, un primo de la afgana supuestamente secuestrada y la mujer de este, en Estados Unidos, donde residen actualmente tras haber huido del país días después de la llegada de los fundamentalistas al poder.
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Según la denuncia presentada el pasado setiembre, la bebé es la única superviviente en una operación militar estadounidense en Afganistán, el 6 de setiembre de 2019, en la que fallecieron sus padres y sus cinco hermanos.
Entonces de solo dos meses de edad, resultó herida de gravedad y fue transportada a un hospital militar estadounidense, donde recibió tratamiento.
A finales del 2019, según la denuncia, la Cruz Roja afirmó haber identificado a sus familiares más próximos, su tío paterno, quien decidió que su propio hijo y la esposa de este eran los más indicados para asumir la tutela de la menor huérfana.
Pero mientras la bebé se recuperaba de sus heridas, siempre según los familiares afganos, Mast obtuvo “fraudulentamente” una orden de custodia de un tribunal estadounidense.
El marine sugirió que la bebé y sus dos familiares huyesen de Afganistán, como miles de otros afganos que veían apeligrar sus vidas bajo los fundamentalistas, rumbo a Estados Unidos, para asegurar los todavía necesarios cuidados médicos.
“En agosto del 2021 (...) trajeron al bebé a Estados Unidos para recibir atención médica, solo para que Joshua y Stephanie Mast la arrebatasen de los únicos padres que había conocido durante toda su vida”, alegan los familiares.
El militar estadounidense defendió su inocencia, el pasado 14 de octubre, en una petición para desestimar la denuncia, e insistió en que él y su esposa son legalmente los guardianes de la menor afgana.