“Fueron más de mil horas de trabajo, alrededor de 22.000 productos confeccionados y realizamos capacitaciones que involucraron a más de 100 personas, entre dueñas y dueños de talleres, personal técnico, nuestro equipo de campo y docentes aliados, todo para apuntar a una industria de la confección más competitiva, colaborativa y humana”, comentó Fernando Adames, representante residente adjunto del PNUD en Paraguay.
Entre los principales aprendizajes se mencionaron la mejora de capacidades gerenciales y administrativas de jefas y jefes de taller, en lo que atañe a productividad, para que las empresas beneficiadas puedan evaluar mejor sus costos y sus tiempos; además de una necesidad de buscar objetivos más amplios en los portafolios de intervenciones: mejorar tanto las capacidades de las empresas líderes como de los proveedores.
Sobre el trabajo decente, el programa Local notó una mejora en el ambiente laboral, y se pudo ver cómo se redujeron los casos de accidentes reportados en todo el periodo del programa; además de notarse un interés en tomar más acciones como colectivo para mejorar la productividad del clúster. “Se considera que la capacitación del programa sirvió de forma muy concreta para acelerar la formalización de la cooperativa”, resalta parte del informe final.