En la ciudad de Málaga, España, la golfista Tatiana Benítez, quien participó con un corazón trasplantado del evento ecuménico, logró la medalla de oro en su modalidad.
“Es un orgullo representar a Paraguay en este Mundial y estoy muy emocionada. Cumplo mis sueños gracias al gesto de amor de una familia que decidió donar el corazón de su hija”, fueron las primeras palabras de Tati en contacto directo con el programa En Voz Alta, por la 1080 AM Monumental.
A sus 16 años, Benítez festejó con sobria actitud el logro obtenido en una disputa con participantes de entre 18 y 29 años. Una brillante madurez se hace notar en cada una de sus palabras. “Querer es poder, creo en eso. Yo salí viva del trasplante y quise que mis sueños se hagan realidad. Creo que se pueden hacer realidad. Si pude contra la muerte, por qué no iba poder traer una medalla para mi país”, agregó en contacto telefónico desde suelo europeo.
“A veces pasamos por momentos difíciles, perdemos seres queridos, pero a veces tenemos que ver por el lado bueno. Si alguna vez necesitas de un trasplante, vas a estar agradecido de por vida con esa persona”, complementó al respecto del momento por el que pasa en estos instantes, recordando siempre a quien denomina su ángel.
Benítez confesó además que la pasión por el deporte le nació cuando se encontraba internada posterior a la cirugía en un conocido centro médico: “Después del trasplante, internada en el hospital, el celular de mi mamá tenía la viborita y otro juego de golf. El primero me cansó el otro no me llamaba la atención pero probé con el segundo y me gustó y desde que salí lo único que quería ir a un campo de golf”.
A propósito de los XXI Juegos Mundiales de Deportistas Trasplantados, certamen del que fueron parte cerca de 3000 atletas, la campeona expresó que: “Lo que más me gusta de este tipo de competencias es que las personas no quieren superar a otras personas, todos juegan a superarse a sí mismos”.
FUTURO. Actualmente incluida en el ránking nacional de la Asociación Paraguaya de Golf, Tatiana Benítez va camino a la profesionalización y desde el próximo lunes estará de vuelta en el país para seguir con sus entrenamientos.
“Quiero llegar al nivel profesional, practico todos los días y creo que puedo llegar. Casi ya no me enfermo desde que estoy en esto. Las personas trasplantadas tenemos una manera distinta de ver la vida. Cada día de nuestra vida disfrutamos al máximo, aprovechamos. Creo que todos deberíamos hacer los mismo”, sentenció la joven mujer, una verdadera campeona de la vida.