11 jun. 2025

Teatristas: Los desafíos hicieron brotar la creatividad y solidaridad

Aprendizajes, experiencias solidarias, situaciones de reinvención y resiliencia son coincidencias para importantes referentes del teatro ante la crisis pandémica este año que se va.

El año que termina deja en el sector teatral saldos negativos y positivos a raíz de la pandemia. Los teatristas rescatan aprendizajes de trabajo en equipo y creatividad personal para resolver obstáculos.

Para Juan Carlos Cañete, de Equipo Teatro, atravesar este año pandémico fue un gran desafío, ya que el sector teatral vive exclusivamente del trabajo sobre las tablas y eventos, acciones suspendidas apenas se inició la cuarentena.

“Vivimos con incertidumbre, pues de fase 0 íbamos avanzando, creyendo que pronto podríamos trabajar nuevamente, cosa que no se dio hasta julio, cuando se ocurrió la posibilidad de hacer dos obras para niños en formato autoteatro”, recuerda.

Cañete resalta que en el caso de las obras que promueve Equipo Teatro, superar el obstáculo de la distancia fue mayor, “pues nuestras obras tienen mucha relación directa con el público, en este caso, niños, pero se encontró la forma a través de los bocinazos y las luces”, dice.

Para Cañete, el balance final deja saldos positivos, ya que se exploraron varias alternativas, como presentar obras a través de las redes digitales.

“El aprendizaje que nos deja es que a pesar de las restricciones, el teatro siempre saldrá adelante con la creatividad y el empeño que le ponemos en todo lo que hacemos”, subraya.

El teatrista y director de Arlequín Teatro, José Luis Ardissone, prefiere “borrar el 2020 de la memoria del teatro”. Para el artista, la reinvención para subsistir fue fundamental desde que cerraron las salas, y recibe al año que entra con la esperanza de que se vuelva a ofrecer teatro al público en forma presencial.

Ardissone resalta las difíciles situaciones económicas que ocasionó la pandemia ante la inactividad y los saldos negativos, como no poder mantener una sala y cumplir con los haberes de funcionarios.

Sin embargo, destaca que las personas de fe siempre encuentran un camino para paliar dificultades. “Arlequín emitió unos bonos solidarios que bastante gente apoyó con generosidad. Hice trabajar mi creatividad y produje señaladores de libros y bandejas que fueron muy bien recibidos”, detalla el artista.

El aprendizaje que deja este año gira en torno a la idea de que “somos muy poca cosa en este universo que nos empeñamos en destruir, y que la naturaleza cobra, haciéndonos saber que si no la cuidamos, no seremos nada”.

PRACTICAR LO APRENDIDO. Para el teatrista Agustín Núñez, director de El Estudio, el año fue duro y lleno de pruebas, primero afrontando el desafío de buscar un nuevo espacio para su escuela después de 23 años, intentando encontrar un lugar más pequeño. Luego hacer malabares para sostener un año lectivo que se inició con 185 alumnos inscriptos y terminó con 50. Además, en lo personal, realizó muebles con materiales reciclados, probando en carne propia la tan mentada reinvención en lo laboral.

“Sostuvimos las clases con plataforma zoom, videollamadas, internet, correo electrónico, y luego clases presenciales con grupos pequeños hasta terminar el año con todo el protocolo necesario y mucha valentía, fuerza de voluntad por parte de maestros y alumnos”, reflexiona.

Para Núñez, es vital que lo aprendido en este duro tiempo de lucha, se vuelque y aplique para siempre en lo cotidiano y lo profesional.

CEPATE
Éver Enciso, secretario general del Cepate, gremio de teatristas, considera que la pandemia deja el importante aprendizaje de trabajo en equipo, “nos hizo entrar en conciencia de que solo de forma organizada sobrellevamos situaciones como este paro que tuvo el sector. Desde las primeras entregas de víveres hasta los proyectos ejecutados conjuntamente con entes estatales para seguir trabajando desde diversas plataformas alternativas. El sector tiene aún mucho por enfrentar y estamos viendo soluciones a corto plazo”.