Antes incluso de asumir el cargo el 20 de enero, Trump ha prometido aranceles a México, Canadá y China hasta que tomen medidas contra el fentanilo y los cruces fronterizos de migrantes en situación irregular.
Y amenazó a Ottawa con la “fuerza económica” después de sugerir que Canadá debería convertirse en el 51° estado de Estados Unidos.
Además advirtió a los países que integran el grupo de los BRICS, entre ellos Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que les impondrá aranceles del 100% si amenazan el dominio del dólar estadounidense.
Estas medidas podrían sacudir la economía global, empeorar las tensiones con China y tensar los lazos con los aliados de Estados Unidos.
Los fabricantes, agricultores y empresarios estadounidenses temen costos de importación más elevados en casi todos los productos, desde baterías hasta vinos, y se preparan para eventuales represalias.
“No estoy necesariamente en contra de todos los aranceles”, declaró Mark Pascal, propietario de un restaurante en Nueva Jersey.
Dice entender la lógica de gravar a un país que presiona los precios a la baja.
Pero “nos preocupa cualquier arancel que se aplique de manera generalizada al vino y los licores, que es una industria que no compite de manera desleal en absoluto”, añadió Francis Schott, que codirige el restaurante con Pascal.
Trump introdujo una serie de aranceles en su primer mandato, por ejemplo sobre el acero y el aluminio y sobre las importaciones chinas, en medio de una guerra comercial contra la segunda economía más grande del mundo.
En 2019 gravó con el 25% varios alimentos y bebidas europeos por discrepancias con Bruselas sobre los subsidios a la aviación. Se suspendieron en 2021.
“Aumentó nuestros costos, así que hizo subir nuestros precios”, comentó Pascal.
Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de negociación y probablemente lo vuelva a hacer, estima Joshua Meltzer, del centro de estudios Brookings Institution, con sede en Washington.
Pero China opone resistencia y Europa está más preparada que antes, declaró a la AFP.
Los gobiernos parecen haber llegado a la conclusión “de que es mejor amenazar con represalias al menos en esta etapa en lugar de capitular”, añadió Meltzer.
El economista jefe de la compañía EY, Gregory Daco, prevé que la política comercial tenga un “impacto desproporcionado en la economía global a finales de 2025 y 2026”.
Si se llevan al límite, los aranceles y otras medidas podrían arrastrar a la economía mundial a un estancamiento con alta inflación, estimó Daco.
Entre otras disposiciones, Trump amenaza con un arancel generalizado del 10% o superior a esa cifra para China y con gravar al fabricante de maquinaria agrícola John Deere por sus planes de trasladar parte de la producción a México. AFP
Miles de personas marcharon en las calles de Washington ayer contra las políticas anunciadas por Donald Trump y su Partido Republicano, dos días antes de que el millonario vuelva a la Casa Blanca. La “Marcha del pueblo” fue organizada por un colectivo de movimientos por los derechos civiles y la justicia social, incluyendo el grupo detrás de la Marcha de las Mujeres que atrajo a cientos de miles de personas a la capital estadounidense antes de la primera asunción de Trump en 2017. Los manifestantes protestan contra una serie de temas que consideran bajo ataque por Trump y los líderes de su partido, incluyendo el acceso al aborto, el cambio climático, protecciones contra la violencia armada, y los derechos de los inmigrantes. En la colorida marcha se observaron muchos gorros rosados con forma de gato, una reminiscencia al evento de 2017. Los participantes se reunieron en tres parques antes de caminar hasta el Memorial de Lincoln para un acto. “Estas leyes amenazan nuestras vidas. Las mujeres están muriendo”, dijo Aisha Becker-Burrowes, con una voz apenas audible sobre cánticos que señalaban “Mi cuerpo, mi elección”. AFP