Luego de la dura crítica del obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, al sistema de Justicia del país, la ministra Cecilia Pérez no negó la corrupción imperante dentro de su cartera y admitió que esa situación favorece a muchas personas dentro del Estado.
“Desde el momento en el cual hay corrupción en los centros penitenciarios hay muchos beneficiados dentro del mismo Ministerio, pero también hay gente buena que está trabajando a pesar de esta circunstancias”, señaló.
La secretaria de Estado dijo estar enfocada en ir de frente contra ello y luchar para que los grupos criminales dejen de dominar los centros penitenciarios.
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“Tenemos que dejar de darles soldados a los clanes. Mientras tengamos hacinamientos y malas condiciones de habitabilidad, les estamos entregando soldados”, refirió la titular de Justicia.
Pérez hizo referencia a que, lastimosamente, estos criminales cuentan con recursos que la propia cartera no tiene y una falta de escrúpulos que hacen caer a más aliados.
No obstante, tiene sus cartas de confianza puestas en los nuevos centros de reclusión proyectados en la Ley de Emergencia Penitenciaria.
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“No vamos a perder la batalla, vamos a darle batalla. Yo creo que no todo está perdido y alguien tiene que hacer este trabajo, el problema de las cárceles no es solamente un problema del Ministerio de Justicia, nos afecta a todos como ciudadanos”, enfatizó.
Una Justicia insobornable
Durante la homilía, el obispo Ricardo Valenzuela se dirigió de manera especial a los representantes de la Justicia y pidió el saneamiento de los Tribunales.
Hizo un llamado urgente a la conversión del sistema judicial a un órgano respetable y eficiente, de manera a asegurar el derecho y la convivencia.
Valenzuela expresó la angustia de la ciudadanía ante la falta de garantías en los procesos, lo que a menudo convierte a cientos de paraguayos en “huérfanos de una ley justa”. Exigió el respeto a la verdad y a la persona humana.