Para el Dr. Paris, la principal lección de la pandemia es que los países deben trabajar de manera colaborativa para alcanzar los objetivos de salud pública. Desde su filosofía, apuesta a la prevención de las enfermedades y que la salud debe ser una cuestión de Estado, no de gobierno.
El ex ministro de Salud de Chile visitó el país –invitado por la Sociedad Paraguaya de Pediatría e Investigación para el Desarrollo– para presentar la experiencia de la Coalición por la Salud, que permitió reducir el impacto del virus sincitial respiratorio en el país andino. También se reunió con autoridades del Ministerio de Salud Pública y con senadores para presentar la estrategia de prevención.
–¿Por qué preocupa el avance del virus sincitial respiratorio?
–El impacto a nivel mundial que tiene el virus sincitial respiratorio en este momento es que causa la mayor mortalidad en niños o en aquellos que tienen alguna cardiopatía congénita o una prematurez o daño pulmonar. Entonces, realmente es una preocupación mundial. Y ocurrió un fenómeno bien curioso.
Durante la pandemia, como la población en general, no solamente los niños, toda la población usó mascarilla, hubo lavado de manos, aislamiento, etc., los niños dejaron de tener contacto con la circulación viral. Entonces, durante casi dos años no tuvieron contacto con este virus y con otros, como el de la influenza, adenovirus, rinovirus. Por lo tanto, ellos quedaron, por decirlo así, sin inmunidad. Entonces, cuando el coronavirus desapareció, volvieron a brotar los otros virus. Y esto produjo una gran debacle, no solamente en Sudamérica, sino en Europa, en Norteamérica también.
–¿Qué ocurrió en Chile?
–Que se infectaron muchos niños, también adultos mayores, mucho más que en los periodos prepandémicos. Esto produjo desgraciadamente un impacto muy importante en la sociedad porque muchos niños fallecieron. Y porque, desgraciadamente, las unidades de pediatría intensiva tenían una capacidad de camas menor que las unidades adultas. Entonces comenzaron a faltar camas en Chile. Y entonces, al no tener una capacidad instalada, desgraciadamente, murieron algunos niños.
Esto nos hizo pensar, nos hizo reflexionar, de que era necesario tener una estrategia nueva o preparada para el año 2025 o 2024 y creamos una coalición por el virus sincitial respiratorio.
–¿Qué propone esta coalición para hacer frente a esta enfermedad respiratoria?
–Esta coalición motivó a que la academia, la sociedad científica, las universidades, los investigadores contribuyeran algo y elaboramos un documento que propone algo similar a lo que hicimos durante la pandemia, es decir, tener un TTA (testeo, trazabilidad y aislamiento). Tener la posibilidad de hacer una coordinación nacional a nivel de la ocupación de camas de intensivo pediátrico. Nosotros la llamamos la central de gestión de camas. Vas recibiendo la información de todos los hospitales que requieran trasladar a un niño en terapia intensiva pediátrica y ahí se hace una estrategia para trasladarlo. Y ahí hay otro aspecto muy importante, reforzar la atención primaria para que ese niño sea bien atendido y a lo mejor evitar una hospitalización.
–Hoy hay nuevos tratamientos...
–También se ha puesto en tratamiento lo que se llaman los anticuerpos monoclonales. Que es una especie de vacuna, pero yo no la llamaría vacuna. Es una inyección que se le entrega al niño ya con anticuerpos preparados, y listo. Tiene protección inmediata. Y esa estrategia ha sido muy bien evaluada en el mundo.
La persona igual se puede infectar, pero no va a morir o no va a caer en la terapia. O, en un porcentaje muy importante, no va a tener una enfermedad grave. Y eso es lo que queremos evitar, porque la enfermedad grave colapsa los hospitales, llena las unidades de cuidado intensivo, requiere más personal, es sufrimiento para la familia. Entonces creo que es un avance importante esta estrategia, que se basa mucho en la estrategia del Covid. Y en la prevención, prevenir es mejor que curar. Por lo tanto, para la aplicación de esta estrategia, lo importante es el apoyo al gobierno y, por supuesto, el financiamiento.
–Doctor Paris, atendiendo este panorama, ¿cuáles son las lecciones que usted cree que dejó la pandemia?
–En mi opinión, es muy importante que tenemos que trabajar colaborativamente, a nivel latinoamericano. La pandemia nos enseñó que, desafortunadamente, no todos los países tuvieron acceso a la misma cantidad o a las mismas vacunas en un tiempo determinado, hubo atrasos en algunos lugares, y eso tenemos que corregirlo, eso no puede volver a ocurrir. Por ello, esta alianza o esta forma de planificar las cosas, creo que es una señal también para Latinoamérica en el sentido de que tenemos que pensar en la salud como un tema de Estado, digo siempre, no como un tema de gobierno.
Los gobiernos pasan y duran cuatro años. Pensemos en la salud como un tema de Estado, que va a tener un largo proceso, hay que mantener las políticas, hay que apoyar lo que sea bueno y no meter a la salud en la contingencia política. Paraguay ha sido un país muy resiliente, ha tenido guerras terribles, una cantidad de muertos enorme, con diferentes países que no voy a nombrar, y yo creo que, a pesar de eso, ha logrado salir adelante. Entonces, ¿cómo no va a salir adelante ante un desafío en salud? Yo creo que tiene toda la fuerza para hacerlo, y toda la preparación, y los profesionales.
–¿Qué le pareció la reunión con los parlamentarios paraguayos en esta visita?
–Bueno, fue una reunión muy emotiva, demasiado para mí, incluso mucho, porque hablamos un poco de la donación de Chile a Paraguay. Creo que contribuimos con un granito de arena a eso. Y eso me lo recordaron, y como mi presidente falleció hace poco, obviamente, que me emocioné.
Con la senadora (Esperanza Martínez) que fue ministra de Salud recordamos mucho el tema de las vacunas, pero recordamos también, y yo ahí coincido, de que tiene que haber más solidaridad en Latinoamérica. Por eso, estamos aquí, porque tiene que haber transmisión de conocimientos, tiene que haber trabajo en conjunto, trabajo entre las universidades de Latinoamérica, crear, digamos, la posibilidad de hacernos independientes en algunos temas, como los medicamentos, las vacunas, en fin. Y en eso tenemos que trabajar como latinoamericanos, como hermanos.