Tras tres años de aquel fuerte acontecimiento, vestido completamente de azul, el adolescente llegó con su madre y hermanos hasta Caacupé, desde General Artigas, Itapúa, junto a la Virgen de los Milagros. “Después de estar tres meses internado en el hospital, los doctores me dijeron que su día de alta era una fecha que tenía que recordar como si fuera su cumpleaños porque era como si mi hermano volviera a resucitar”, comenta Teodoro Vigo.
Su madre Ubaldina Cantero afirma que le prometió a la Virgen que traería a su hijo hasta la basílica una vez que esté bien fortalecido. “Juntemos suficiente dinero para nuestro pasaje porque venimos de lejos”, señaló.