El Colegio Nacional de la Capital fue tomado por un grupo de estudiantes en la madrugada de este viernes. Sin embargo, el problema se originó cuando alumnos de la mañana se encontraron con esa sorpresa.
Marcos Ortellado, presidente del Centro de Estudiante 23 de Octubre del CNC, criticó duramente a sus compañeros por no informar sobre la medida de fuerza y hacerlo a espaldas del alumnado.
“No estábamos al tanto. Ellos ayer a la noche decidieron tomar, nosotros nos enteramos hoy. Además, el que está liderando la toma fue destituido del centro de estudiantes por medio de una asamblea”, expresó a Telefuturo.
Si bien los directivos y docentes intentan negociar con los alumnos que realizan la toma, estos no dan el brazo a torcer y se resisten a abrir la institución. De acuerdo con algunos testimonios, se trataría de un grupo de 15 jóvenes.

Son cuatro las reivindicaciones de los alumnos nucleados en la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes).
Dos de los pedidos son: que el Ministerio de Educación cuente con un presupuesto propio para infraestructura y que la educación técnica tenga recursos propios para la adquisición de equipos e insumos.
Los últimos dos son la implementación de una política nacional alimentaria e invertir en la compra de tabletas para la utilización de nuevas tecnologías.
La falta de respuestas favorables del Gobierno a los reclamos estudiantiles está empujando a que la toma de colegios adquiera una dirección hacia el enfrentamiento entre los que ocupan las instituciones versus quienes llanamente aspiran a terminar las clases.
La única respuesta que se da desde las altas esferas del Gobierno -sin excluir las palabras de Riera- a la presente crisis es que detrás de estas acciones de protesta hay “respaldo de sectores políticos partidario por el año electoral”.