La situación en Pilar se volvió tensa luego de que unos ciudadanos afectados por las inundaciones registradas en los últimos días repudiaran tanto al intendente de la ciudad, Cristóbal Stete, y al gobernador de Ñeembucú, Luis Benítez, ambos colorados.
Los pobladores de dicha localidad reclamaron a las autoridades la falta de provisión de víveres para las familias damnificadas. Por esa razón, pidieron la renuncia de ambos, informó el corresponsal Juan José Brull.
Entre los reclamos al jefe departamental está la falta de asistencia a otras comunidades afectadas por las inundaciones como San Juan, Tacuara y Guazu Cuá.
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Los afectados exigen víveres para poder sobrellevar la difícil situación, sobre todo de aquellas personas que perdieron casi todas sus pertenencias por el avance de las aguas.
En el caso de Pilar, argumentaron que las ollas populares, alrededor de 200, no abastecen a la cantidad de damnificados.
La movilización frente al Ejecutivo departamental comenzó en la tarde de este domingo. Las personas estaban con los ánimos exaltados. En un momento dado intentaron atropellar al intendente de Pilar, pero logró ingresar al edificio para resguardarse.
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Ñeembucú registró más de 18.000 familias afectadas por las inundaciones a consecuencias de las lluvias. En Pilar hay 10.150 familias damnificadas.